Momo toma su reino montado en BiciCoruña y sin dejar títere con cabeza

La deidad del Carnaval asumió sus funciones con un ácido discurso
Momo toma su reino montado en BiciCoruña y sin dejar títere con cabeza
El dios Momo, mandatario de la ciudad durante el Entroido | Carlota Blanco

Cómo estará el mundo que hasta al dios de la guasa, la burla y la sátira le daba pereza salir de casa. Al menos así definió el estado de ánimo de Momo su confidente y doblador, Santiago Fernández, antes de la protocolaria cesión de funciones por parte de Inés Rey. “Me costó un riñón que bajase, dijo que ya no pintaba nada, porque hay un montón de payasos y hubo que traerlo por las orejas”, añadió. 


Por las orejas no fue, sino más bien montado en una de esas cada vez más presentes balas azules, las bicis de BiciCoruña, mientras enarbolaba la bandera del ciclista. Lo hizo, eso sí, invadiendo la acera como buen burlador de normas que defiende ser. Dijo Inés Rey, quien no dio pistas sobre su disfraz, que estaba encantada de descansar cinco días y convertirse en ciudadana al uso. Pero no sabía que dejar el poder en manos de Momo tiene sus consecuencias. “Vivís en un oasis, con una mujer al frente y el conde duque de Outes (Lage), dispuesto a frenar las picaduras de su mosca cojonera, Jorquera, mientras Lorenzo clama en un desierto, sin un oasis en el que refrescarse”, advirtió Momo en su discurso de investidura, después de enumerar las desgracias que persiguen a un mundo cada vez más carnavalesco y en el que dice dejar de sentirse subversivo.


El ambiente en el que el nuevo regidor se reivindicó poco o nada tuvo que ver con el de ediciones pasadas. Esta vez se estuvo “de maravilla”, que decía uno de los presentes. Sin lluvia y sin peligro para los muchos que optaron por dejar el abrigo y la vergüenza en casa. 


La choqueira Paca volvió a ser celebrity y calentó la espera a base de bailes y selfis, que para eso es la personalidad del año en el Entroido. Tampoco se le va a pedir puntualidad a un choqueiro, por lo que el evento empezó con diez minutos de retraso. Una nimiedad en tiempos de troula y que pronto ahogó la comparsa Malandros con los dos temas que le llevaron a ganar el concurso. Ahora solo queda acatar las órdenes del nuevo mandatario.


Las celebraciones y la fiesta, que en el ocio nocturno ya tuvieron su primera sesión en la madrugada del jueves al viernes, convirtieron a los políticos en los grandes protagonistas, a pesar de que no estaban llamados a serlo. Durante el homenaje a la comparsa Os Maracos Inés Rey apareció caracterizada de Bárbara Rey, aunque no de manera gratuita o porque sí: la temática de la agrupación en esta edición tiene que ver con la relación del emérito con la vedette. A su lado, un desmelenado Francisco Jorquera lució ‘melena’ rosada, mientras que un cabezudo recordó la figura de Francisco Vázquez. Ambos dirigentes se olvidaron por un momento de asuntos como la moción de confianza o los presupuestos. Ya volverán los tiempos de pensar en ello.


Hablando de comparsas, durante toda la jornada de hoy habrá un viaje a un mundo choqueiro y de Entroido a lo largo de todo el centro de la ciudad. Comenzará a las 18.00 horas el concurso de comparsas y seguirá un recorrido que partirá del muelle de Calvo Sotelo y continuará por Sánchez Bregua, plaza de Mina, Cantón Pequeño, Cantón Grande, avenida de La Marina, avenida de Montoto, Puerta Real y María Pita. Con motivo del desfile, a partir de las 17.30 horas se habilitarán cortes de tráfico y desvíos en diferentes puntos, incluyendo accesos como la AC-11 (avenida de Alfonso Molina), avenida del Ejército y avenida de Linares Rivas. El transporte público urbano e interurbano también sufrirá modificaciones.


Y para que la fiesta no pare llega el Koruñódromo. Después del tradicional desfile, con las actuaciones de los dj Gorllitox y CS, convertirá la plaza de José Sellier en una pista de baile. Además, durante todo el día, se celebrará en la calle del Orzán un Feirarrúa especial con mercadillo y talleres de maquillaje y disfraces. 
Y es que no hay nada más coruñés que andar de parranda, durmir de pé y hacerlo convertido en un auténtico choqueiro.

Momo toma su reino montado en BiciCoruña y sin dejar títere con cabeza

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