Tras la pandemia, la movilidad se recuperó completamente en 2022 y la prueba de ello es que también crecieron las multas a niveles precovid: según las estadísticas de la Policía Local se impusieron 145 multas diarias, lo que supone 50.031 en un año, un 19% más que en 2021. Son cifras muy altas, aunque no tanto como las de 2017, cuando se alcanzaron las 70.000 sanciones.
Pero la cifra supera los 53.000 si se tienen en cuenta las tramitadas por la DGT. Como siempre ocurre, la mayoría de las infracciones fueron detectadas por el sistema de cámaras de la ciudad, cada vez más extendido. El sistema de Vía Prioritaria Vigilada (VPV) detectó 3.863. La gran mayoría en la ronda de Outeiro y en Juan Flórez.
Pero un año más, la principal fuente de multas volvió a ser el tramo de acceso restringido de La Marina. Están englobadas en multas por “otras infracciones de señalización” y sumaron 20.755. Desde su instalación en 2017, las cámaras de La Marina apenas han bajado su número de sanciones y cada día unos 40 infractores ignoran la señal que indica que solo pueden circular por la avenida de Montoto el transporte público y vehículos autorizados. Es más: los visitantes del hospital Abente y Lago entran y salen por la misma vía. En parte, eso explica el alto número de sanciones.
Otra consecuencia de que las infracciones hayan crecido es que también lo hace hecho la actividad de la grúa municipal, que trasladó 3.777 vehículos durante el año pasado, incrementándose algo más de un 20% con respeto a 2022. También se inmovilizaron más vehículos (66).
La actividad de la Policía Local se dejó sentir en la prevención de accidentes porque durante el año pasado se realizaron muchos más controles de alcoholemia, pasando de 251 a 394. El resultado es que también ha crecido el número de conductores que habían bebido alcohol: 504. Es casi un 30% más en solo un ejercicio.