Podría preguntarse a la mayoría de barrios periféricos y del extrarradio por cuál les gustaría intercambiarse y, seguramente, muchos apuntarían al entorno de Cuatro Caminos como idílico: comunicaciones, servicios, proximidad a prácticamente cualquier esquina y salidas cerca. Sin embargo, si se tira de refranero, nunca llueve a gusto de todos y, sobre todo, cuando lo hace la agrupación A Barcarola, responsable de defender los intereses de la zona, se echa a temblar: la escalinata de Santa Lucía no está en su mejor estado de conservación y perjudica directamente al centro cívico, donde los asociados desarrollan buena parte de sus actividades.
Situado en el número 40 de la avenida Fernández Latorre, el edificio ha sido objeto de reivindicación vecinal con los tres últimos gobiernos locales. Y ni siquiera así el presidente, Juan Iglesias, ha encontrado solución en alguno de ellos. “La escalinata está deteriorada por completo y tiene filtraciones al centro cívico”, recuerda. “Han pasado tres partidos por el Gobierno local y siempre se hace lo mismo: arreglan el suelo, pintan las paredes y ya está, pero nosotros sufrimos filtraciones uqe van a más y, después de tanto tiempo, las cosas hay que mantenerlas”, agrega.
La última de las actuaciones, apunta, se produjo este mismo año y tras la visita de Inés Rey: “Se hizo un arreglo para que no se filtrase el agua al centro, pero ya existía un presupuesto para el arreglo integral que hay que actualizar porque los precios han cambiado”. El propio Iglesias se encargó de que la alcaldesa no perdiese detalle. “Nos dijo que, visto lo visto, es una exigencia ya hablada y que reconocía que estaba muy deteriorada la instalación. Además, el día de la fiesta de fin de curso también le advertimos, aunque ella sabe cómo está todo”, recuerda Iglesias.
Y es que la asociación vecinal Cuatro Caminos-A Barcarola moviliza a unas cien personas cada semana dentro de su programa de casi una decena de actividades. La lluvia, en pleno 2024, sigue siendo una amenaza que en ocasiones obliga incluso a detener los ensayos o programas. “A veces ya no es cosa de la escalinata, sino del propio centro cívico en cuestión”, asevera el presidente vecinal. “Cuando hay goteras nosotros paramos, ya que es necesaria una reforma en condiciones”, finaliza.
De momento, y tras una intensa actividad durante el invierno, los vecinos de Cuatro Caminos se encuentran recargando fuerzas de cara a un año en el que por lo menos puedan decir eso de 'xa chove menos'.