La de ayer fue una tarde de ilusión para los más pequeños, que pudieron disfrutar de nuevo de uno de los días más mágicos como siempre lo han hecho. Dos años después de la última cabalgata al uso, los Reyes Magos desplegaron toda su artillería para ofrecer un desfile en el que las carrozas recorrieron tres kilómetros de la ciudad y los caramelos volvieron a ser tesoros que coleccionar en los paraguas de todos los asistentes.
Minutos antes de las 18.00 horas, la avenida de Arteixo y la ronda de Outeiro se llenaron de gente que caminaba hacia A Sardiñeira, punto de partida. Allí la alcaldesa saludó a Melchor, Gaspar y Baltasar, que anunciaban que se habían guiado hasta A Coruña mediante la Torre de Hércules.
Durante el recorrido de dos horas y media los ciudadanos tuvieron que mantener la distancia de seguridad y usar la mascarilla, aunque algún punto del trayecto contó con una alta asistencia que complicó la primera norma. El tiempo también propició que la respuesta de los ciudadanos fuese mayor, ya que el cielo aguantó y tan solo se registraron lluvias al término del recorrido.
Bajo el lema “Vuelve la ilusión. Vuelve la Navidad de A Coruña”, la comitiva real siguió su curso por Sánchez Bregua, Los Cantones, la avenida de La Marina y, finalmente, Puerta Real, como paso previo a la llegada a María Pita.
A su llegada a la plaza, a las 20.30 horas, los Reyes Magos, con sus quince carrozas, cuatro trenes, catorce compañías artísticas y 180 figurantes, fueron recibidos por unas entregadas familias coruñesas que llenaban la plaza, el único sitio que contó con control de capacidad. Según el Gobierno local, unas 73.000 personas siguieron el desfile a lo largo de toda la tarde. El dispositivo de seguridad estuvo compuesto por 74 policías locales, 24 de Cruz Roja, 40 Seguridad privada y 25 de Protección Civil.
Los Reyes Magos, subidos al balcón del Palacio Municipal, desearon a todos los coruñeses mucha felicidad y salud. “Incluso nosotros, que somos magos, llevamos la mascarilla. Hay que cuidarse mucho”, dijo Melchor.
En el área metropolitana se sucedieron las visitas de los Reyes desde las primeras horas de la mañana, ya que algunos ayuntamientos optaron por un recorrido matinal para evitar aglomeraciones en las recepciones fijadas para la tarde.
Fue el caso de Cambre, donde los tres Reyes Magos pasearon por el municipio a bordo de tres “Escarabajos”, entregando caramelos y recogiendo algunas de las peticiones de última hora, para después participar en dos recepciones, una en Cambre y otra en O Temple. En Arteixo, por su parte, se dispuso un “circuito seguro” para conocer a los Reyes, algo que también sucedió en Sada.
Los coches clásicos también fueron protagonistas en Abegondo, mientras que en Oleiros Sus Majestades se dejaron ver en un autobús descapotable, para después saludar a los pequeños desde el balcón de la casa consistorial. Los camellos motorizados de Carral –municipio que canceló la recepción por precaución ante la situación sanitaria– causaron sensación y en Curtis los Magos repartieron regalos para los presentes.
Melchor, Gaspar y Baltasar pasaron por los centros sociales de Miño y las parroquias de Bergondo, mientras que en Betanzos los niños pudieron acercarse a O Carregal para hablar con ellos. En Culleredo se mantuvo la cabalgata, reformulada debido a las restricciones de la pandemia, pero con mucha animación y música de la Charanga Santa Compaña.
Pero la jornada de ayer no solo contó con la presencia de los Reyes Magos. Los roscones, la lotería y las compras de última hora también fueron protagonistas de la víspera del 6 de enero.
En Berna, Flory y Glaccé, como ya ocurre desde principios de esta semana, la gente se agolpaba en el exterior de las confiterías para llevarse unos de los roscones más tradicionales y conocidos de la ciudad. Hoy la imagen será la misma desde bien temprano, ya que las colas para comprar este dulce el Día de Reyes se forman desde primera hora de la mañana en estos establecimientos.
Las compras de última hora fueron otro de los motivos que llenaron las calles de vida. En algunas zonas, como Ramón y Cajal, agentes de Policía tuvieron que acudir por la mañana para regular el tráfico ante la gran afluencia de coches que accedían al centro de El Corte Inglés, que, al igual que Marineda City, vivieron una jornada de gran intensidad hasta última hora de la noche.
En las calles del centro, lo mismo. Los comercios de la plaza de Lugo y la calle Real vivieron su agosto en enero, ya que las ventas no cesaron y la imagen de gente con bolsas fue la más repetida en el exterior de las tiendas.
Y si se mencionan las largas colas de espera, no se pueden obviar las de La Favorita. El Sorteo de la Lotería del Niño supone la última oportunidad para ganar un premio navideño para los coruñeses. Durante todo el día el local de Cuatro Caminos atendió a gente sin parar, por lo que la ilusión para hoy está muy viva.