Tras adentrarse en las minas con ‘Hijos del carbón’, la escritora leonesa Noemí Sabugal ha decidido abrazar al mar igual que este abraza la Península Ibérica. Ayer presentó el resultado, ‘Laberinto mar’ (Alfaguara), en la librería Moito Conto.
“Es un tema apasionante e infinito, es un tema que hay que abordar desde la imposibilidad de tocarlo todo, pero con la ambición de dar varias perspectivas”, apunta Sabugal sobre el génesis de su nuevo libro. “Soy nacida en León, en la montaña, parece que esa vinculación con el mar es lejana”, afirma, pero explica que cuando su abuelo se jubiló, “se fue a vivir a Gijón”, donde comenzó ese descubrimiento “de territorios, mares y otras vidas”.
A lo largo de 379 páginas, Sabugal aborda naufragios, tráfico, las profesiones del mar, los viajes a mundos que no parecían existir y mitología varia, entre otros aspectos.
“Somos un territorio marino, marítimo, con una historia náutica impresionante, que nos explica cómo somos, pero a veces es verdad que se olvida mucho; pensamos mucho en la playa, pero pensamos menos en el mar”, asegura la escritora. Sabugal teoriza con que el descenso de la pesca y de los viajes por mar están detrás de este menor interés, que también ve reflejado en la literatura: “Antes de mediados del siglo XX, había mucha más literatura marina, y qué te voy a decir de siglos anteriores”.
Todo el proceso de este ‘Laberinto mar’, desde los primeros pasos de la investigación hasta finalizar su escritura, han supuesto más de tres años y medio de su vida. “Son tantas vivencias que sería muy difícil de resumir”, responde al ser preguntada que le ha supuesto la experiencia. “Son muchos descubrimientos y también una fascinación por las cantidad de historias que hay”.
De todas ellas, muchas las desconocía. Apunta, por ejemplo, a la caza de ballenas. “En Galicia estaba la última factoría ballenera, en Caneliñas, es una historia fascinante, con dos perspectivas: la gente que estuvo en esa industria y trabajó en ella; y, después, la parte del ecologismo, las enseñanzas de qué ocurre cuando haces una pesca no sostenible, como fue este caso, que llevó a la desaparición de la ballena franca de nuestras costas”, explica.
A lo largo del libro se suceden también momentos duros, como el encuentro que mantuvo “con las viudas y una huérfana del ‘Villa de Pitanxo’, creo que son voces que deben de ser escuchadas”. “Ellas hablan de esa dureza de no haber recuperado los cuerpos y también ponen sobre la mesa la necesidad de un protocolo claro sobre cómo se deben investigar estas circunstancias, yo les estoy muy agradecida por su confianza y generosidad”.
La obra comienza diciendo que “algo tiene el mar” que ha cautivado a tantas personas con el paso de los siglos. Tras todo este proceso, Sabugal asegura entre risas que no ha encontrado la respuesta. “Es algo muy misterioso”. “Creo que es un elemento natural que nos sobrepasa, el mar estuvo antes que nosotros y si hacemos todo mal y nos extinguimos seguirá ahí”, dice entre risas. “El mar tiene una capacidad de fascinación porque hay cosas que aun no sabemos”.