Un fin de semana de intensa actividad por parte de la Policía Nacional, que tuvo que intervenir en la mañana del domingo y posteriormente en la madrugada al lunes en la movida nocturna de distintos puntos del centro, ha despertado esta vez la alarma no solo entre los vecinos que reivindican descanso, sino también sobre aquellos que desean disfrutar de la noche al pie del cañón y de forma segura.
Más allá de las habituales peleas que se disuelven con una presencia disuasoria de los agentes del orden, en esta ocasión el denominador común fue la incautación de armas blancas. En el caso de la pelea masiva de la mañana no hubo que lamentar heridos y al parecer no llegó a utilizarse, pero en la madrugada del domingo al lunes sí resultaron heridos un portero y un cliente de una discoteca, después de haber prohibido el paso al agresor y que éste decidiese acudir al automóvil y armarse para la venganza con un cuchillo de grandes dimensiones. Fuentes policiales aseguraron que posiblemente pase hoy mismo a disposición judicial, mientras la víctima que todavía se encuentra ingresada evoluciona favorablemente y con un pronóstico menos grave.
Desde el ocio nocturno existe una preocupación por una tendencia que creen que escapa a su propio ámbito de actuación y que pasa a ser un preocupante reflejo de la sociedad, según afirma José López Balado, abogado de profesión, portavoz de la Asociación para la Defensa e Igualdad de la Hostelería y anteriormente hostelero de la noche. “El mensaje que mandaría a la ciudadanía es que algo así puede ocurrir en cualquier lugar, en cualquier momento del día, porque desde la pandemia el consumo de drogas y alcohol se ha extendido a todas las horas del día”, lamenta. “Hay muchos trapicheos a plena luz del día en los barrios, en las propias terrazas o incluso peleas por un taxi; la ansiedad generada por la pandemia ha llevado a un aumento del alcoholismo o la la drogadicción”, añade.
En ese sentido, la colaboración ciudadana resultó fundamental ayer para que un varón fuese detinido por la Policía Local tras sustraer joyas por valor de 15.000 euros en un establecimiento de Os Mallos.
Acostumbrado a defender los intereses de sus asociados, López Balado transmite el sentir de sus compañeros de profesión respecto a las denuncias privadas o individuales vinculadas a peleas en distintos puntos de la ciudad. “Este año hubo bastantes denuncias, como habitualmente, pero sí me comentan mis compañeros que han crecido y no solamente en el ocio nocturno”, subraya el letrado.
Fuentes municipales apuntan a que las dos actuaciones del fin de semana correspondieron a la Policía Nacional, pero lo cierto es que la actuación en materia de seguridad en lo que a la noche se refiere apunta también a un refuerzo del dispositivo por parte del Ayuntamiento, con 60 agentes en el turno de noche de la Policía Local. Se trata del mayor dispositivo en diez años. Además, en los próximos días está previsto que se activen las cámaras del cruce entre la calle del Socorro y la del Sol. Por su parte, el protocolo de actuación para los controladores de accesos o porteros, una profesión sin regulación y que reivindica su reconocimiento, solamente permite reducir o parar cualquier tipo de pelea masiva, reducir a los protagonistas y dar aviso a la policía. Todo lo que sucede en la calle es responsabilidad del dispositivo policial.