La alerta naranja avisaba de fuerte oleaje en la costa coruñesa y las predicciones no se equivocaban. A las doce de la mañana de este Jueves Santo ya había olas que superaban los siete metros de altura en Langosteira, mientras que en la entrada de la ciudad de A Coruña se aproximaban a los seis metros.
Según los datos de Puertos del Estado, la boya de A Coruña marcó antes de las 12.00 una altura de oleaje de 5,84 metros, mientras que a la misma hora una de las instaladas en punta Langosteira situaba las olas a 6,18 metros y la otra ya anotaba 7,46 metros.
Los resultados se dejan ver en la ciudad de A Coruña sobre todo en la zona de Riazor y el Orzán, donde se mantienen las playas cerradas debido a la peligrosidad del mar.
También permanecen cerrados los parques de la ciudad, ya que el viento está marcando importantes rachas, como las establecidas a más de 78 kilómetros por hora en torno a las seis de la madrugada de este Jueves Santo.