Tras el éxito de ‘Salta!’, el nombre de Olga Osorio vuelve a las pantallas. En esta ocasión, estrena ‘El secreto del orfebre’, una película que adapta la obra homónima de Elia Barceló y que ya se puede ver en los cines.
¿Cómo se ha gestado este proyecto? Porque he visto que han sido unos diez años...
Hacer cine, en general, son muchos años siempre (ríe). Las películas son procesos que requieren de dinero, financiación, hay que armarlos... no es tan fácil, son procesos largos. El origen está en hace diez años, que leo esta novela y valoro adaptarla. Contacto con Elia, para ver si hay sintonía. En aquel momento no se desarrolla, pero en 2020 contacto con Nostromo y, hablando de otras cosas, salió esta novela, les encantó, compararon los derechos en una semana y comenzó el viaje (ríe).
La propia Elia ha estado vinculada.
Sí, el primer contacto es directo. Vino a A Coruña, nos conocimos. Ha habido mucha afinidad, mucha sintonía. Yo no quería traicionar el espíritu de la novela, hay cambios inevitables. Pero ella creo... bueno sé que está contenta con la adaptación y que le parece una película muy bonita.
Quién vaya al cine a verla, ¿qué se va a encontrar?
Se va a encontrar una película con un planteamiento que no es típico en el cine en España, que es apostar por una película con elementos de fantasía, que no pretende ser ni muy realista, ni muy cruda, que pretende jugar con esa idea del cine clásico de evasión, donde había una fotografía muy bonita, iluminación favorecedora, vestuario increíble... Comentábamos en el equipo que era lo que a nosotros nos había hecho amar el cine, esa capacidad de llevarte a sitios distintos. Pero van a ver una historia bonita, es bonita la fotografía, el vestuario, los paisajes, son guapos los actores... (ríe) es una historia de esas que sales contento del cine.
Tiene gracia eso de que los actores son muy guapos, porque Elia suele decir que demasiada guapura aleja de la realidad.
Sí (ríe). Esta es una de las contradicciones. Ella trabaja desde un realismo parafantástico, los elementos con los que trabaja no son de realidad pura, hay una ensoñación. Pero lo sé, lo hemos hablado, pero ella está muy contenta. Pero de algo tiene que quejarse también (ríe).
Estoy con ese nervio de soltar a tu criatura al mundo y ver si la gente la recibe y la quiere y la hace suya. En estas dos semanas de promo he tenido muy buena vibra
¿Cómo ha sido tener a sus órdenes a un tándem como Mario Casas y Michelle Jenner que tanta gente quería volver a ver en pantalla juntos?
Lo de órdenes, tampoco es tan así porque el cine es un trabajo de equipo (sonríe). Diría que he tenido la suerte de compartir este viaje con ellos. Son unos veteranos. Para mí eran un seguro de vida, estás trabajando con gente que sabe lo que se hace. Aportan un bagaje que es un regalo.
¿Ha sido mucho cambio hacer esta cinta después de ‘Salta!’?
Son distintas de tono y de género. Para mí ‘Salta!’ no era infantil, pretendía ser familiar, que son cosas distintas, que la pueda ver gente de todas las edades. Esta también lo es, también tiene ese ingrediente de que la puede ver toda la familia. Es distinta la producción, porque ‘Salta!’ la hice en casa, en Coruña, rodeada de gente que conocía; y en este me he ido a trabajar a Barcelona, hemos estado rodando en la Rioja alavesa... Son diferencias importantes. Pero a nivel de como he afrontado la película, no pienso en el género, pienso en contar una historia como mejor sepa yo.
Ahora que ya está acabada, presentada y en manos del público, ¿qué sensación tiene?
Todavía me pillas muy pronto para esta pregunta, porque hoy (ayer) la empieza a ver la gente. De los pases previos he salido con muy buena sensación. Pero todavía estoy... buff... hoy es un día de ver cómo responde la gente, si entran en la propuesta, si la entienden... Estoy con ese nervio de soltar tu criatura al mundo y ver si la gente la recibe y la quiere y la hace suya. Creo que sí, en estas dos semanas de promo he tenido muy buena vibra.