La expectación que reinaba en el parque de Bomberos de A Grela desapareció con la llegada de la caravana de vehículos procedentes de la frontera de Polonia con Ucrania: las luces de los camiones de bomberos, el himno y bandera de su país, y muchas caras sonrientes aguardaban a las 26 mujeres y niños que acaban de completar un viaje de más de dos días hasta su nuevo refugio en A Coruña.
Muchas de estas caras correspondían a las personas que se habían brindado a acogerlas, por lo menos durante un plazo de seis meses. Otros eran miembros de la asociación AGA Ucraína, la organizadora del viaje, la alcaldesa, Inés Rey, la concejala de Bienesar Social, Yoya Neira, y portavoz del PP, Rosa Gallego, y también había policías locales y bomberos que querían saludar a los compañeros que habían partido el miércoles para traer consigo a 30 personas
En realidad, solo 26 de los 30 refugiados llegaron hasta el parque de A Grela. Tres de ellas encontraron otro refugio en Valladolid, y una cuarta fue acompañada al aeropuerto de Alvedro minutos antes para tomar un vuelo a Barcelona, donde la espera un familiar.
Fue un viaje intenso, pero sin sobresaltos, aunque bomberos y policías tuvieron que hacer frente a los desafíos de llevar con ellos tantos niños pequeños. Al llegar a Asturias, hicieron un alto: muchos de ellos nunca habían visto el mar. Aunque Ucrania limita con el mar Negro, su costa es pequeña, y muchos de ellos jamás lo habían visto, así que fue una experiencia ver el inmenso océano Atlántico.
Todos los refugiados, niños y adultos, se mostraban animados a pesar del viaje y de la situación de su país. Hubo muchos abrazos y animadas conversaciones. Un espontáneo apareció de la nada con un triciclo y una máquina de pompas de jabón que hizo las delicias de los más pequeños. Dentro del hangar de los bomberos, a los recién llegados les esperaba un comida con sus familias de acogida y un breve discurso d el alcaldesa., que agradeció la labor de bomberos y policías: “Todos somos vuestra casa, vuestro hogar y vuestra familia”.