Aún quedan meses de obra por delante pero al fin se ha descubierto la fachada lateral del edificio municipal de Marqués de Pontejos con San Nicolás, que albergará cinco viviendas de alquiler social. Ayer, los viandantes se sorprendieron por la presencia de una grúa trabajando en domingo en ese solar, como si hubiera que recuperar el tiempo perdido. El fin de la obra está previsto para febrero.

Se trata de un polémico proyecto que inició el Gobierno de la Marea Atlántica, pero que, tras numerosos retrasos, aún no se ha concluido. El presupuesto inicial era de 1,6 millones pero se espera que sobrecostes derivados de imprevistos en la obra aumenten el precio considerablemente.

En aquel entonces (2017), se había celebrado un concurso por el que los propietarios de viviendas las ofrecían al Ayuntamiento para su compra. El objetivo era hacerse con diez pisos en el entro de la ciudad, reformarlos y destinarlos a alquiler social. De esta manera, se conseguía que los residentes con rentas más bajas no se viesen expulsados hacia la periferia. Lo que parecía un proyecto muy positivo se convirtió en uno de los mayores desastres a los que tuvo que enfrentarse Xulio Ferreiro.

El principal problema fue que se presentaron pocos aspirantes. Y de los que lo hicieron, la mayor parte no reunían los requisitos que figuraban en el concurso. Algo parecido le ocurrió a la Xunta con el plan Rexurbe pero, en vez de declarar desierta la convocatoria, el gobierno de Ferreiro decidió escoger seis de estos pisos, aunque la mitad fueron declarados nulos por el Consejo Consultivo. Ante esta situación, se exigió a los vendedores que devolvieran el dinero y todo el proceso acabó en los tribunales. Sin embargo, algunos se mantuvieron, como el de Marqués de Pontejos. Se adquirió el inmueble por 240.991 euros uniéndolo así a dos parcelas anexas que ya eran propiedad municipal.

No es el único inmueble dedicado al alquiler social del Ayuntamiento, que está construyendo otro en el barrio de Xuxán. Se trata de un bloque de 50 pisos que, como el de Marqués de Pontejos, oculta toda una historia: es la consecuencia de un acuerdo judicial alcanzado entre el arquitecto denunciante en el caso del edificio de Conde de Fenosa. La Justicia falló en contra del Gobierno local en 2019 por la reforma ilegal del edificio de oficinas en viviendas.

El acuerdo que evitó la demolición incluía una indemnización para el arquitecto, la elaboración de un catálogo de buenas prácticas y la construcciones de estas viviendas. En febrero de este mismo año, el Ayuntamiento aprobó la construcción de dicho bloque, que costará más de diez millones y que estará listo en dos años. Hay que señalar que saldrá mucho más barato, a 200.000 euros por piso, que el de Pontejos, donde las viviendas de alquiler social se cotizarán al menos a 320.000 euros cada una. Eso, sin contar el sobrecoste, que probablemente disparará el precio final.