Los comerciantes de la plaza de Lugo viven unas fiestas diferentes. Si bien las ventas continúan estables, la afluencia al mercado es menor. El cambio de hábitos o la intensidad de esta sexta ola pueden ser los causantes, según consideran los propios placeros.
“Hay menos gente que otros años y el ambiente fue raro. Además, hubo muchas cancelaciones de pedidos por positivos de covid en las familias”, aseguran desde el puesto Pescados Víctor. Este placero comenta, por otra parte, que los pedidos fueron más reducidos en cuanto a cantidad. “No hubo tanta venta grande, suponemos que porque este año las reuniones han sido más limitadas”, dice.
Desde Feitizos de sabor, en la segunda planta del mercado municipal, coinciden al afirmar que el mercado ha recibido a un menor número de clientes que en años anteriores. “Hemos vendido bien, pero porque nos dedicamos a productos gourmet que en esta época la gente demanda mucho para las cenas, además de que tenemos comercio online. Sin embargo, muchos otros puestos comentan la bajada de consumo y ha triunfado mucho el servicio de compra a domicilio que está disponible aquí”, explican.
En Carnicería Vidal y Charcutería Rosa Mary relatan que no han notado gran diferencia en cuanto a las ventas, pero el ambiente sí que se percibe diferente en los pasillos de la plaza de Lugo. “Hemos tenido la suerte de que, como nuestros pedidos son más de última hora, no nos han cancelado ninguno por la pandemia”, comentan en ambos puestos.
Esta Nochebuena también fue diferente en cuanto a precios del marisco, aunque los protagonistas fueron, como suele ser habitual, los percebes, los santiaguiños y los camarones, con precios que llegaron a alcanzar los 190 euros el kilo.
A diferencia del año pasado, el buen tiempo facilitó la gran oferta de producto en las pescaderías de los mercados municipales, aunque no ocurrió lo mismo con el pescado, ya que hubo escasez de rape y besugo, dos básicos de muchas cenas navideñas.
Los pedidos que llegaron desde otras ciudades del territorio español tuvieron como protagonistas las nécoras y las centollas, estas últimas con un coste de 35 euros el kilo de media. También triunfaron las cigalas, almejas y los camarones, otra de las grandes estrellas de las navidades en las celebraciones.
Para mañana, día de Fin de año, se espera que el ambiente sea el típico del festivo: turistas, curiosos y clientes abarrotando el mercado, una tradición que, pese a las limitaciones y complicaciones, no desaparece ni con la pandemia.