Uno de los entornos más emblemáticos de A Coruña, la Torre de Hércules, afronta cambios a medio plazo, que pueden afectar de forma directa a su ciudad deportiva, en la que acuden cientos de niños y padres cada fin de semana. No se trata únicamente el milenario romano, sino también, y sobre todo, su entorno que lejos de consistir en un simple parque, es un paraje natural, que se ha designado zona ENIL (Espacio Natural de Interés Local). Esto obliga a reducir la actividad humana en lo posible. Por ejemplo, el tráfico que generan los turistas y los deportistas, y que por momentos llega a rebosar la capacidad del entorno.
El Plan Especial de Protección y Reforma de la Torre de Hércules está listo para ser llevado a pleno, pero es muy posible que no cuente con los apoyos necesarios. Se trata de ordenar la zona, como explicó la alcaldesa cuando presentó el inicio de la evaluación ambiental tras una Junta de Gobierno local, en enero. La idea básica consiste en trasladar todos los elementos que “afean” el entorno, o que impiden una visión panorámica. Por ejemplo, el aparcamiento, o el frontón de la Ciudad Deportiva.
El aparcamiento se ubicaría en el solar donde se encuentran las naves ruinosas de la avenida de Navarra, lo que entre los lugareños se conoce como la ‘perranchiña’ y desapareciendo así de los pies de la Torre donde se encuentra actualmente, con sus autobuses y caravanas que lo llenan los fines de semana. En el lado positivo, duplicaría su capacidad. El frontón, con su molesta pared de varios metros de alto, iría a parar a Adormideras.
En el nuevo plan se reduce la edificabilidad en la zona, que era de 37.000 metros cuadrados, y que ahora se limita al 10%, lo que se encuentra en el espacio urbano consolidado. El objetivo, había declarado la alcaldesa en enero, es “evitar a posibilidade de edificar nun espazo patrimonial da cidade tan sensible como esta”.
Queda por ver cómo se integrará la ciudad deportiva en el nuevo espacio. Por ejemplo, derribando o no las vallas, que también generan un impacto visual. O por resolver cómo se unirá el frontón con el resto de las instalaciones deportivas, como denuncia el BNG. La concejala nacionalista Avia Veira, apunta a que el Plan Especial de la Torre es vago en los detalles referentes a la movilidad, dejando a un lado el aparcamiento. Por ejemplo, mantiene el viario que rodea a la Ciudad Deportiva, el Paseo de los Menhires, que a menudo es empleado como aparcamiento por los usuarios y espectadores de los campos cuando el estacionamiento se llena, lo que ocurre a menudo.
Es ahí donde el plan especial y el de conservación chocan. Se entiende que este último documento, que se encuentra en exposición pública, hace incompatible el Paseo de los Menhires, donde existe tráfico rodado (aunque restringido) con el cuidado del entorno. “Ou unha cousa ou a outra, e legalmente prevalece o ENIL”, sentencia Veira.
Pero el Gobierno local ha decidido redactar un plan especial antes incluso de que de se haya aprobado definitivamente el de conservación en vez de esperar e integrarlo en el plan especial. “Para nós, o proceso se fixo o revés”, apunta la edil. Esto ha provocado “incongruencias” como la del Paseo de los Menhires que denuncia el BNG, que no parece dispuesto a apoyarlo en el pleno.
“Tampoco vemos que haxa unha intención real de desenvolver o plan director do patrimonio da humanidade, ainda que se nomea o plan director, o plan especial faga moito hincapié niso”, advierte la edil. Estas deficiencias podrían obligar a rehacer todo el documento si es es que el Gobierno local pretende su aprobación.