A Coruña es fuente de inspiración. Pasan los siglos y Marineda, como diría Pardo Bazán, sigue tan de moda como siempre. Diferentes plumas, pero el mismo amor por una ciudad que guarda historias en cada rincón, en cada calle, en cada plaza.
Si hay alguien que llevó a la ciudad por bandera en sus poemas fue Luísa Villalta. Hace más de 20 años que se fue, pero su legado está más presente que nunca. Desde despedidas en la ‘Estación’ de tren herculina, del libro ‘En concreto’, hasta contar la prostitución del barrio coruñés del Papagaio.
"Onda nós nunca pasan os trens.
só chegan ou parten.
Por iso tamén somos nós
a nosa última estación
o noso amor definitivo"
Allá por 1922 nacía en Ribadeo una mujer de bandera: Luz Pozo Garza, a la cual la vida llevaría a la “Ciudad de Cristal”, donde viviría hasta su muerte en 2020.
La poeta publicó en 2005 As arpas de Iwerddon. En él aparece “Torre de Breoghan”:
"ITH fillo de Breoghan
esculcaba o horizonte desde o alto
da Torre de Brigantia
Era nunha noite clarísima de lúa
Era como un espello toda a palma do mar"
Un contemporáneo de la gran Villalta es Xavier Seoane, coruñés de pro.
En 2021, llegó “Razón del desencanto”, una crónica poética de la historia reciente. En ella, podemos encontrar referencias claras (y no tan claras) de la urbe herculina, como son los poemas titulados “Ciudad elegida” o “Ponientes”.
"Piensa en una ciudad de tejados rojos
y galerías de cristal
en la que cuando el otoño llega
la luz se hace secreta como un pájaro"
Curros Enríquez, que tiene una meritoria estatua en los jardines de Méndez Núñez, pronunció en 1904 su famoso poema "Ao pobo cruñés", tras recibir un homenaje en el antiguo Teatro Principal de A Coruña, hoy llamado teatro Rosalía de Castro.
"Namentres, lidas cruñesas
de ollos como os meus pecados,
¡adiós! ¡Adiós, pescadores
do mar, na terra pescados
polas meigas, os caciques,
a usura… i outros andacios!
¡Adiós, Orzán temestoso,
Mestre-cantor afamado,
que presides os concertos
dos trobadores cantábricos;
patria de meu pai querida,
montes irtos, verdes campos,
mallas, degrúas, esfollas,
nas noites de luar craro,
romarías, gaitas, festas
arredor do santuario,
adiós!"
Las nuevas generaciones no se quedan atrás. Lucía Aldao o Iago de la Campa son dos claros ejemplos de "marca coruñesa".
La poeta, en "Todo isto antes era noite", hace un recorrido personal por, como ella misma dice, "locais nocturnos, prazas ou rúas coruñesas". Enlaza sus experiencias más personales con títulos de lugares donde los vivió o tuvieron gran implicación en esas historias.
"Eses lugares aparecen no libro con toda xustiza xa que foron, sen dúbida, escenario dos propios textos. Ben, das vivencias que deron pé a eles", asegura.
"Estacada" o "Backstage" son dos de esos títulos que evocan rincones herculinos.
Por su parte, el joven Iago de la Campa, muy activo en redes sociales y que deja muy clara su influencia de la ciudad. "Hacer de una Coruña sin ti, una Coruña contigo", reza uno de sus versos.
"Escribo porque no tengo ni puta idea de otra forma de conocerme mejor, porque es mi lugar seguro, porque cuando estoy escribiendo siempre estoy en casa", afirma.