El martes tuvo lugar un violento incidente en la calle de Francisco Catoira, en Os Mallos, donde un hombre de 45 años se enfrentó a unos policías locales. El sujeto, que sufre problemas mentales, intentó escapar en su vehículo mientras forcejaba con un agente, por lo que este se vio obligado a propinarle dos descargas con su pistola eléctrica que le paralizaron.
Aunque la Policía Local patrulla desde enero de 2021 con estas armas no letales, es la primera vez que se ven obligados a utilizar una. Fuentes policiales consultadas se han mostrado satisfechos del resultado obtenido, puesto que esta llamativa pistola eléctrica permitió detener a un hombre muy fuerte y fuera de sí sin tener que recurrir a medidas más contundentes.
Hay que señalar que la Policía Nacional todavía no ha implantado el táser entre sus patrulleros, mientras que la Local ya cuenta con unos 40 agentes que han sido entrenados en su uso. Como parte de su entrenamiento, reciben una descarga de estas armas, que pueden disparar un cable a distancia o usarse como arma de contacto, como ocurrió en Francisco Catoira.