Que los efectivos policiales se encuentran en mínimos es algo que los coruñeses saben desde hace tiempo, en el que los coches patrulla se han convertido en una rareza en las calles de la ciudad. Los representantes policiales reconocen que sufren un problema que las administraciones públicas aún no han solventado. Sin embargo, por lo menos en el caso de la Policía Local, se está buscando una alternativa: el concejal de Personal y Hacienda, José Manuel Lage, está negociando con la Asociación Profesional de la Policía Local un aumento de las horas extra que permita compensar el escaso número de agentes municipales.
Como señaló el presidente de esta asociación en el transcurso de un debate público el jueves, actualmente se incumple, y por mucho, la ratio vecino/policía local. Según este criterio, debería haber 409 policías locales en A Coruña, pero solo hay 312, según las cuentas más recientes. De hecho, como señalan policías locales consultados, el pasado verano fue uno de los más complicados para el 092, puesto que nunca habían tenido tan pocos agentes de servicio. Solo recientemente, con la reincorporación de todos en las vacaciones, se pudo volver a contar con toda la plantilla, por exigua que sea.
Sin embargo, las vacaciones de Navidad están a la vuelta de la esquina, así que todo va a volver a comenzar. La asociación considera que las horas extra son la única manera de garantizar la presencia policial en la calle a niveles de hace años, cuando había suficiente personal como para poner seis agentes en cada uno de los cuatro sectores policiales de la ciudad: zona 10 (desde Monte Alto, hasta la plaza de Pontevedra), zona 20 (Juan Flórez, A Cubela, Monelos,etc) zona 30 (barrios periféricos como A Zapateira, Mesoiro, Vio...) y zona 40 (De la plaza Pontevedra hacia arriba, por la ronda de Outeiro hasta el Millennium).
Anteriormente se disponía un coche patrulla, dos agentes de a pie y dos motoristas en cada zona, pero hoy raramente puede ser así. “Hay servicios que nos dejan a mínimos. Por ejemplo, el mercadillo de A Sardiñeira, que es los martes y los sábados. Dura cinco horas y hay que tener una patrulla allí, y se nota”, señala un agente municipal.
Hace tiempo que la Policía Local depende de las horas extra para cubrir todos los dispositivos extraordinarios, y la asociación lo sabe, por eso durante el último conflicto laboral invitó a los agentes a negarse a realizar horas extra, que son de carácter voluntario. En marzo, Lage tuvo que ceder: los agentes municipales que trabajan en horario nocturno pasaron a librar cuatro días en vez de dos, después de trabajar durante dos días. Esto, por supuesto, provocó una mayor escasez de personal. Ahora negocian también en la carrera horizontal.
Pero aunque las horas extra pueden paliar el problema de los efectivos a corto plazo, este es se volverá muy pronto demasiado grande, porque van a jubilarse las promociones más grandes: en 1992 ingresaron en el cuerpo 80 efectivos, por ejemplo. En los noventa fueron 40. En siete años, entre 1985 y 1992, entraron en el Cuerpo municipal la mayor parte de los agentes que aún se encuentran en servicio.
La tasa de reposición permitida actualmente es del 125%, así que no debería haber problemas, pero, como dijo Freire: “Para este año se va a hacer una tasa de reposición total, pero tras aprobar la oposición hay que formarse en la Academia de Seguridade, así que se tarda un año, y cuando lleguen los nuevos, habremos perdido otros 24 policías. Siempre vamos a seguir bajando”.