El problema que suponía la panadería okupada del número 11 de la calle de Mariana Pineda, en Os Mallos, se ha acabado. Por la tarde el okupa que había provocado todos los problemas de convivencia se marcaba del establecimiento del que se había apropiado durante meses, llevándose sus cosas consigo con la ayuda de su hermana. La solución es producto de la presión de la Policía Local, que había mantenido una presencia constante en la esquina de Mariana Pineda con la de Francisco Catoira. 

También los vecinos habían ejercido una fuerte presión para verse libre de este punto negro. Aunque fuentes de la Policía Nacional señalan que, en realidad, no era un punto de venta de drogas, la Policía Local califica el lugar de “chutódromo”: los toxicómanos lo habían convertido en un punto de encuentro para consumir estupefacientes. 
 

“A veces había quince o veinte personas esperando” ,comentaban fuentes policiales. Aquello había alarmado a los vecinos de Os Mallos, que ya han tenido malas experiencias con bajos okupados, y que saben que se suelen convertir en un foco de delincuencia, dado que los toxicómanos a menudo son los responsables de robos en coche y establecimientos, atracos y peleas entre ellos. Ahora solo cabe esperar que la propiedad del establecimiento, que ya ha sido avisada por las autoridades, tapie el acceso o instale una alarma. De esta manera, se evitarán nuevos allanamientos en una calle que ya ha registrado otras okupaciones.