De unos años a esta parte, el patinete y el resto de los Vehículos de Movilidad Personal (VMP) han ido ganando presencia en las calles coruñesas. De la extrañeza que causaban han pasado a la indiferencia, aunque eso no significa que no haya muchos peatones que se quejen de la velocidad a la que los patinetes pasan a su lado.  Es cierto que pocos vehículos pasan tan cerca de los peatones como los VMP, que a veces comparten la misma plataforma, y el resultado, a veces, son los accidentes. La Policía Local comenzó a registrar los VMP entre 219, y el número de accidentes en los que se han visto implicados se mantiene muy bajo a pesar de su popularidad. En 2021 fueron 11 los accidentes registrados por la Policía Local. El número real es mucho más alto, pero la baja velocidad a la que se desplazan provoca que rara vez sean graves o dejen heridos, de manera que apenas se redactan atestados que se reflejen en las estadísticas

Fue el año de la pandemia, precisamente, cuando aparecieron los patinetes y otros VMP, como los monociclos, en las estadísticas de siniestralidad locales. Según el presidente de Asociación Coruñesa de Usuarios de Vehículos de Movilidad Personal, Enrique Fernández, fue cuando comenzó la “brisa perfecta”. “Primero fue la pandemia, que hizo que escapáramos del transporte colectivo porque no podíamos viajar todos juntos y luego fue el tema del combustible. Si ya era barato antes, ahora lo es más”.

Crecimiento  

Es imposible saber a ciencia cierta cuántos patinetes circulan a diario por las calles coruñesas. A nivel nacional, se habla de tres millones de usuarios, que se han duplicado en poco más de un año, y es probable que en A Coruña se haya producido un incremento semejante, lo que explicaría también el aumento de los siniestros con vehículos sin especificar” que, no hay que olvidar, no se refiere únicamente a los patinetes, aunque constituyan la mayoría.

Muchos de estos siniestros consisten en atropellos de peatones y Fernández es el primero en reconocer que los usuarios de patinetes no cumplen con la normativa siempre: “Me da mucha rabia que haya gente en patinete por las aceras porque nos da una imagen malísima, y desde la asociación no hacemos más que condenarlo”. También recuerdan que la Policía Local puede sancionar a los conductores de VMP que invaden la acera con 200 euros de multa y, en contra de lo que pudieran parecer, esa amenaza se lleva a la práctica. Desde Disciplina Vial comprenden que el patinete es un vehículo más y a principios de año comenzaron a multar.

Aunque se trata de un vehículo muy ligero, su velocidad de treinta kilómetros por hora puede ser suficiente para lesionar a un peatón, sobre todo si es alguien de la Tercera Edad, y el hecho de que no lleven matrícula les otorga cierta impunidad a la hora de saltarse la normativa. Después de que se registraran varios casos de atropellos con fuga comenzaron los controles.

Estos se realizan en los carriles bici, que los usuarios de los patinetes utilizan, y se sancionaban a aquellos que no respetaban la normativa y cruzaban sobre pasos de cebra, por ejemplo. También se realizan comprobaciones de velocidad para asegurarse de que no traspasan el límite, algo que hacen algunos modelos ilegales.

Carriles bici

Fernández señala también los peligros que afrontan los usuarios de VMP porque muchas veces, los peatones invadan el carril bici por donde circulan o incluso dejan objetos en él, como cajas. “Otras veces se quedan hablando en medio del carril o esperan allí a que cambie el semáforo para cruzar. Todavía no hay conciencia de que no es parte de la acera”, se lamenta.

Donde si ha mejora el comportamiento es los carriles 30 de los que disponen las arterias de más de un carril por sentido. “Antes la ronda de Outeiro parecía territorio comanche, por donde no se podía ir en VMP y ahora la gente se ha ido acostumbrado: los conductores te respetan y no te meten prisa, te adelantan sin más. Aunque de vez en cuando te encuentras con algún atontado”.