El precio del alquiler ya es mileurista en una de cada cuatro viviendas de A Coruña

El precio del arrendamiento en la ciudad sigue sin tocar techo y el 12% de los pisos no está en estado óptimo
El precio del alquiler ya es mileurista en una de cada cuatro viviendas de A Coruña
Bloques de viviendas en A Coruña | Quintana

Que el precio del alquiler en A Coruña no toca techo es una realidad. Cada análisis de rango de precios sentencia que la ciudad marca máximos históricos en el coste del arrendamiento. El metro cuadrado de las viviendas está valorado, de media, en 10,2 euros; es decir, el más caro de las principales urbes gallegas y un 6,6% más alto que hace un año. Pero, para entender mejor el grado de importancia que tienen las cifras: uno de cada cuatro pisos disponibles para alquilar en A Coruña supera los 1.000 euros al mes. O lo que es lo mismo, el 24%.


La Federación Galega de Empresas Inmobiliarias (Fegein) expone en su último informe que, además, el 12% de las viviendas ofertadas en régimen de arrendamiento no están en un estado óptimo u ofrecen mobiliario deficiente. Los problemas de humedades en los inmuebles de A Coruña, así como de aislamiento térmico o acústico, se dan en un 18% de los casos. Todo ello en un contexto en el que tres de cada cuatro pisos en alquiler habitados están ubicados en las siete ciudades gallegas. 


“El problema de los precios de los alquileres y la escasez de una oferta de viviendas en alquiler lo tenemos principalmente en las ciudades de Vigo, A Coruña y Santiago, donde un tercio de las viviendas habituales son ya en arrendamiento, suponiendo un salto cualitativo y cuantitativo en los últimos 12 años al incrementarse en más de un 40% los hogares en alquiler en estas tres ciudades”, señalan desde Fegein.


Esta coyuntura obliga a que el alquiler de pisos compartidos, es decir, arrendar una habitación, coja fuerza. A Coruña tiene, a día de hoy, 225 habitaciones. Hace un año eran 190, y hace dos, 200. El precio medio se ha incrementado en un 33% al pasar de los 300 euros de 2023 a los 400 euros de media de este 2025. El año pasado el valor estaba en los 380 euros al mes. Más de un 56% de las unidades familiares gallegas están fuera del segmento de población de poder tener una vivienda en propiedad, “con lo que el incremento de la demanda de viviendas y habitaciones en arrendamiento en este primer semestre está garantizada”, expone el informe de la patronal inmobiliaria. 


El contrato de alquiler por habitaciones se realiza por meses, trimestres o curso académico en el caso de los estudiantes. “Es una modalidad que no se encuentra sujeta a las normas del alquiler de una vivienda, lo que cambia diversas cuestiones: el inquilino no goza del derecho de poder continuar en la vivienda más allá de lo estipulado, por lo que el propietario tiene un mayor control sobre la disponibilidad del inmueble”. Además, en el contrato se debe precisar la finalidad del alquiler de la habitación y su duración temporal. “Es muy importante prestar atención a qué es lo que se alquila y durante cuánto tiempo para evitar problemas futuros”, dice el presidente de Fegein, Benito Iglesias. 

 

El contrato por habitación no se rige por la ley de arrendamiento, sino por el Código Civil

Los contratos de alquiler por habitaciones se rigen por el Código Civil y no por la ley de arrendamientos. Por ello, Benito Iglesias recomienda reflejar en el contrato (que no es prorrogable) quién se hace cargo de las facturas de los servicios de luz, agua, basura o calefacción y si estas están o no incluidas en el precio mensual. 


“Es aconsejable que el contrato tipo de alquiler contemple puntos como especificar qué habitación ocupará el inquilino, reflejar la duración, precio del alquiler, forma de pago con la que se abonarán las rentas, servicios que se incluyen en el alquiler, cómo se repartirán los gastos extra, etc”. Los pisos compartidos son “una alternativa para personas que priman vivir en las grandes ciudades de Galicia o sus áreas metropolitanas, pero cuyos sueldos no les permiten tener una vivienda para ellas solas”, explica el presidente de Fegein. Pero no es fácil vivir en un piso compartido: “Se deben analizar diversos puntos como si se admiten o no mascotas, si se administran las visitas en las zonas comunes de las diferentes personas que tienen alquilada una habitación o quién se responsabiliza de limpiar las zonas comunes”. 

El precio del alquiler ya es mileurista en una de cada cuatro viviendas de A Coruña

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