En la edad de oro de la inflación, la sardina parece escapar de todas las tendencias alcistas de los precios y se mantiene en los mismos niveles que hace un mes y medio. Justo en la previa del día con más demanda y consumo del año, los principales mercados de la ciudad ofrecían el kilo entre los cinco y los seis euros, algo inaudito no solamente durante la etapa previa a las restricciones, sino incluso cuando la realización de hogueras estaba prohibida. Sea cual sea la progresión de última hora en el precio del producto de San Juan por excelencia, este se sitúa por debajo de los últimos precedentes. En 2019, se pagaron entre 6 y 12 euros en la jornada previa, frente a los 7 del 2020 y los 10 de 2021.
No era el de la Plaza de Lugo un ambiente propio de una gran jornada festiva, al menos en las primeras horas de la mañana, pero el volumen de sardinas en los puestos sí se correspondía a una gran oferta para una demanda notable. “Hubo mucha descarga y, de momento, la cosa está algo parada”, reconocía Cristina Obelleiro, de Pescadería La Chucha. Sin embargo, para un producto que está en temporada, en su día grande y que ofrece una calidad exquisita, las razones de su estancamiento pasan, en opinión de la pescadera, por los hábitos sociales: “La gente tiene ganas de salir por ahí, y el tiempo tampoco acompaña demasiado para la sardiñada”.
El mismo precio lo mantiene su casi vecino de puesto Santi, de la pescadería homónima. Habla de un cierto movimiento: “El precio está como siempre, hubo algunos encargos, pero de momento no hay mucha fiesta”.
El mercado de San Agustín, ligeramente más tarde y ya con más ajetreo, elevó a seis el precio de la sardina, aunque con una expectativa de crecimiento muy baja, según Cristina Rodríguez, de Pescadería Neptuno. “Tiene que haber muchísimo producto en la lonja para que esté a este precio en esta fecha, en años anteriores se alcanzaron los 12 euros el kilo”, comenta. “No creo que esta vez llegue a más de ocho”, añade la pescadera.
En ninguno de los dos mercados en volumen de reservas es excesivo, aunque es cierto que más de un día de antelación aconsejaría congelar el producto, algo por otra parte nada del agrado de los puristas. Otro de los factores que juega en contra de las sardiñadas masivas al aire libre es la predicción de lluvia. Si en San Juan “a sardiña molla o pan” lo hará al mejor precio en años.