La tienda Primor, situada en el Cantón Pequeño, reabrió este lunes sus puertas tras casi un mes cerrado por orden municipal al carecer de licencia. Hace unos días fuentes municipales confirmaron que el establecimiento podría reanudar su actividad próximamente mientras realizaba las obras de adecuación a la normativa Pepri (Plan Especial de Pescadería y Ciudad Vieja), y así ha sido. 

La empresa recibió ayer el informe técnico y jurídico favorable, por lo que a primera hora de la tarde sorprendió a los viandantes con su apertura. La tienda tendrá que garantizar la accesibilidad y contar con medidas de protección contra incendios mientras duren las obras para adaptar el local a la normativa.

La apertura

Fue poco después de las tres de la tarde cuando las puertas del local se abrieron y comenzaron a entrar clientes que, dubitativos, pedían incluso permiso a los empleados para acceder al interior. Su cierre el pasado mes sorprendió a los coruñeses, ya que la llegada de Primor a la ciudad había generado gran repercusión. El establecimiento especializado en perfumería y droguería fue cerrado por orden municipal el pasado 27 de marzo tras quince días de actividad. La compañía recibió un dictamen de la comisión asesora del Pepri, en el que se recordaba que el edificio cuenta con protección de nivel integral, por lo que la empresa estaba obligada a recuperar la fachada de la planta baja, que debería ser de madera. El Plan Especial de Pescadería y Ciudad Vieja se aprobó en 2013. 

Desde entonces, los edificios históricos que vieron modificadas sus fachadas o volumetrías deben recuperar su disposición original si se someten a una reforma en la actualidad. La comisión asesora del Plan Especial de Pescadería y Ciudad Vieja emitió el informe desfavorable en su sesión del 15 de marzo, pero la orden municipal de cierre se firmó a la semana siguiente y la comunicación tuvo lugar el 27 de marzo. Tras su cierre, la alcaldesa, Inés Rey, dijo que “decidieron hacer las obras y abrir de forma unilateral. Se les notificó que tienen que adaptar la obra a la normativa”. 

La regidora insistió en que “la comisión no autorizó las obras, por lo que no tenían licencia. Se procedió al cierre tras notificar que no podían estar abiertos y que tenían que adaptar la obra de la reforma a la normativa Pepri”. Este cierre tardó quince días, el tiempo que “tarda el Ayuntamiento en hacer ese expediente y requerir a la propiedad que adecue el local a la licencia que no tenían”, apostilló.