Un suceso insólito tuvo lugar en la mañana de hoy en la calle Orzán donde los servicios de emergencia reanimaron in extremis a un hombre de unos 40 años de edad al que hallaron en el interior de un contenedor. En un principio, se temía que hubiera fallecido, pero Urgencias Médicas consiguió reanimarlo y consiguieron salvarle. Luego lo trasladaron rápidamente a Chuac, donde todavía fue ingresado.
El suceso tuvo lugar a las 12.15 horas de la mañana. A esa hora, una transeúnte que caminaba por la calle del Orzán descubrió unas piernas asomando de un contenedor orgánico entre el callejón del Africano y rúa Alta. Enseguida, telefoneó a los servicios de emergencias y notificó que “las piernas se movían”.
Los primeros en llegar fueron los agentes de la Policía Local pero, para entonces, no asomaba ninguna pierna. Pero cuando abrieron el contenedor, en efecto, se encontraba un cuerpo humano. El hombre no respondía a las llamadas de los agentes, ni reaccionaba de ninguna manera. Debido a la estrechez del contenedor, no tuvieron más remedio que tumbarlo para poder sacar el cuerpo del interior, que resultó ser el de un indigente, usuario habitual de la Cocina Económica.
Una vez sacado fuera, las peores sospechas parecían confirmarse: al hombre no se le hallaba pulso ni parecía respirar. Enseguida apareció Urgencias Médicas, y el médico que viajaba en la ambulancia confirmó el diagnóstico, mientras la Policía Local cortaba la calle al tráfico. Se informó que había muerto e incluso se solicitó la presencia de un forense. Sin embargo, mientras tanto, se decidió hacer un último intento aplicando el protocolo de reanimación que existe para estos casos.
Se le suministró oxígeno y un masaje cardíaco y, para sorpresa de los sanitarios, el tratamiento funcionó: el hombre dio señales de vida y tras estabilizarlo, se le introdujo en la ambulancia de camino al Chuac. La normalidad regresó así alrededor de la una de la tarde.