Reportaje | Algunos personajes ilustres de A Coruña (3): Salvador de Madariaga

Reportaje | Algunos personajes ilustres  de A Coruña (3): Salvador de Madariaga
Fuente en homenaje a Salvador de Madariaga

Salvador de Madariaga Rojo. Escritor, diplomático y político, nace en la Coruña el 23 de julio de 1886, fallece en Locarno (Suiza) 1 de diciembre de 1978. Según sus palabras había venido “al mundo en una casa de la calle del Orzán, desde la cual se oían las olas del mar”. Inicia sus estudios de bachiller en el Instituto Da Guarda en 1895 y en 1898 tras el regreso de Cuba de su padre, se traslada a Madrid, donde estudia sus últimos dos años de bachiller, regresa a su ciudad natal durante los veranos. Acaba sus estudios en París, primero en el Colegio Chaptal, luego en la Politécnica y por último en la Escuela de Ingenieros de Minas. En París, conoce a una elegante dama, Constance Archibald, la que será su esposa, habla francés e inglés al término de su carrera de Ingeniero. Con aquella experiencia adquiere una sólida cultura humanística. Regresa a Madrid en 1911, trabaja en la Compañía de Ferrocarriles del Norte y al año siguiente contrae matrimonio en Glasgow. 


El 25 de mayo de 1916 hace su primer artículo para el diario madrileño “El Imparcial”, que lleva por título “Irlanda”. Las crónicas periodísticas le acompañarán para el resto de sus días. Aceptando aquel año la propuesta formulada por “The Times”, para incorporarse al Departamento de Noticias del Foreing Office, y transmitir a los de habla hispana, noticias de la I Gran Guerra, quedando a residir en Londres, siendo corresponsal del “Imparcial” de Madrid, “La Publicidad” de Barcelona y la revista “España”, publica un año más tarde “ La Guerra vista desde Londres”. En 1918 colabora con “El Sol” y continuará hasta la crisis de 1931 cuando a Urgoti, se le priva de la propiedad del periódico, pasando con los componentes del antiguo equipo a colaborar con los diarios “Crisol”  “Luz” y otros, así como en suplementos, caso de, “The Times” y “Manchester Guardian”. 


Tras la publicación del libro “Shelley and Calderon” regresa a Madrid, colaborando en la primavera de 1921 con la delegación española, en la Conferencia de la Sociedad de Naciones para la organización del tráfico internacional que se celebra en Barcelona. El Secretario General y el presidente de la conferencia, se quedan tan impresionados, que le ofrecen un puesto en la Sección de Información de la Sociedad de Naciones en Ginebra. Al poco de empezar, es nombrado Jefe de Sección de Desarme y le encomiendan las Secretarías de la Tercera Comisión de la Asamblea General y de la Comisión Preparatoria de la Conferencia de Desarme. Apareciendo su primera obra lírica “Romance de ciego” en 1922, a la que le siguen otras en años posteriores como la “Guía del lector del Quijote”. En 1927 cuando sale “La fuente serena”, dimite de su cargo en el organismo Internacional y pasa a los Estados Unidos, donde da diversas conferencias. En 1928 la Universidad de Oxford, le ofrece la recién creada Cátedra de la Lengua y Literatura Española.


Participa activamente en la vida política de la República y es electo diputado por la provincia de la Coruña y nombrado vicepresidente tercero del Congreso, aprobada la nueva constitución en enero de 1932, es nombrado Embajador en París, cargo que llevaba aparejada la Jefatura de la Delegación Española ante la Sociedad de Naciones. Tras la caída del gabinete de Azaña, se niega a aceptar el Ministerio de Estado ofrecido por Lerroux, para participar en el gobierno de 1933, pero tras las elecciones que dan el triunfo a los conservadores, acepta la cartera de Instrucción Pública. Posteriormente retorna a Ginebra como Jefe de la Delegación Española ante la Sociedad de Naciones. 


Uno de sus libros más polémicos, “Anarquía o Jerarquía”, relativo a los peligros que acechan a la democracia. Durante 1935-1936 escribe en el diario “Ahora” una serie de artículos en los que advierte de los peligros de una guerra civil y su voluntad de evitarla. Con el triunfo del Frente Popular, Azaña, Barcia y Trelle, le piden que siga en su puesto ante la Sociedad de Naciones, pero Madariaga decide dimitir debido a una campaña de prensa contra él, orquestada desde un sector del PSOE. Al iniciarse la contienda civil, decide marcharse al exilio y el 19 de julio de 1937 publica unos artículos en “The Times” de Londres, “Le Temps de París y “La Nación” de Buenos Aires, en el que afirma; “Quién quiera que gane, España pierde siempre”. 


Al inicio de la II Guerra Mundial se encuentra en Oxford y en noviembre de 1944 cuando los americanos combaten en suelo alemán, envía una  carta al general Franco, en la cual le dice; “General, márchese usted (...) No lo digo por ofenderle, pero el Caudillo de un bando de la guerra civil, no sirve para hacer la unidad española”. De su inspirada mente, nacen obras como “Cristóbal Colón” en 1940, el drama teatral “El Toisón de Oro”, en 1941, la novela y poesía: “Rosa de cieno y ceniza” de 1942. 


En 1947 asiste en Bruselas como invitado al Congreso de los Partidos Liberales Europeos, donde se crea la Internacional Liberal, de la que es elegido presidente y en 1949 junto al franciscano belga, Antoine Verlege, crea el Colegio de Europa de Brujas, siendo su presidente hasta 1964 y desde entonces presidente honorario. En abril de 1950 participa en la constitución del Consejo Federal Español del Movimiento Europeo en París, publicando en 1951 la propuesta, “Una bandera para Europa”, una enseña de estrellas sobre un fondo azul, ese mismo año, presenta la biografía de “Bolívar” En 1957 colabora con la revista “Ibérica” publicada en Nueva York, bajo dirección de Victoria Kent. Y en 1959 el suplemento dominical “The New York Times”, publica un artículo que lleva por título “Desarme”.

 

Fallecimiento de su esposa

En 1970 muere su esposa y recibe incondicionales testimonios, entre los que figura el del Instituto de Estudios Coruñeses José Cornide, al que acabará legando su biblioteca y archivo personal. Contrayendo nuevas nupcias con Emili Szekely-Rauman, conocida por “Mimi” de origen húngaro y nacionalizada británica, que se encargaba de su gabinete desde 1938. 


También en 1970 es nombrado miembro correspondiente de la Real Academia de la Historia. Recibiendo en 1973 uno de los galardones más prestigiosos del mundo occidental, el premio “Carlomagno” de la ciudad de Aquisgrán por sus servicios a Europa. Regresando a España el 5 de abril de 1976 y toma posesión de su sillón en La Real Academia Española, en marzo de 1977 se le condecora con la Gran Cruz del Mérito, máxima distinción de la República Federal Alemana y el 23 de julio de 1978 se le concede la Gran Cruz de Alfonso X el Sabio. Fue un gran colaborador de los aliados en la II Guerra Mundial. 

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