Cuando los problemas del barrio se convierten en un visto y no visto para los vecinos de A Coruña

Cuando los problemas del barrio se convierten en un visto y no visto para los vecinos de A Coruña
Las plazas de Matogrande tuvieron una limpieza integral esta semana | quintana

Ver a los operarios municipales trabajando por sorpresa se ha convertido en un agradable hábito al que las diferentes asociaciones vecinales se empiezan a acostumbrar, en buena medida gracias a la inmediatez en las comunicaciones que permite la tecnología. A lo largo de las últimas semanas han sido varios los puntos de la ciudad en los que no solamente se han atendido vía exprés las reclamaciones, sino que en algunos casos incluso se han adelantado a la propia demanda. 


No resulta extraño que las diferentes concejalías mantener contactos y reuniones con los representantes vecinales, no solamente de forma presencial, sino a través de la mensajería y directamente con el edil correspondiente. Esa inmediatez repercute directamente en el bienestar y la satisfacción de unos vecinos que cada vez con mayor facilidad superan el trámite burocrático de solicitud de reunión, cita y tiempo para la evaluación correspondiente. Es el caso de O Ventorrillo, donde la asociación vecinal formalizó por registró varios problemas con las aceras y el mantenimiento, y tras la difusión vía Twitter se encontró con la problemática resuelta en menos de 24 horas. “Somos partidarios de utilizar los cauces legales y comunicar vía registro, aunque sea solamente  para arreglar una o dos baldosas”, afirma el vicepresidente, Aníbal Rodríguez. “Al colgar esa petición en redes sociales nos hemos dado cuenta de que, en cuestión de horas, se solucionan esas incidencias, y estamos encantados con ello”, añade.


El cara a cara 
La celeridad en la actuación y la instantaneidad en la comunicación no son sinónimo de grandes remedios para grandes males, sino que la tendencia apunta más a los pequeños y molestos detalles del día a día. Lo saben muy bien los vecinos de Novo Mesoiro, esperanzados tras la reciente reunión con Inés Rey y Francisco Díaz Gallego. No quiere decir que vayan a abrirse tres nuevas líneas de bus o que la biblioteca empiece a operar mañana, pero sí desde el cara a cara se perciben pequeños y habituales gestos que denotan una sensibilización y concienciación con los problemas. 


En cuestión de poco más de una semana se han arreglado los desperfectos de la pista de patinaje, se han colocado contenedores donde no había servicio y los jardines de la zona del Corredor Verde comienzan a recuperar su aspecto primigenio. Y eso, para el presidente vecinal Víctor Lamela, significa un paso importante. “Funcionan tanto por comunicación a través de redes sociales como en reuniones personales; son pequeñas cosas que se van arreglando, como por ejemplo un tema de jardinería con los árboles que ni siquiera habíamos pedido”, confiesa. 


Especialmente sorprendidos se mostraron en las últimas semanas los vecinos de Matogrande, que no solamente comprobaron cómo la plaza de Enrique Mariñas Romero brillaba como no se recordaba, sino que el resto de zonas de recreo y verdes también fueron objeto de un intenso proceso de limpieza. Su presidente no puede ser más directo a la hora de valorarlo. “Estamos muy satisfechos, se puede decir que salió perfecto, porque tenemos fotos del antes y el después; miras y alucinas”, subraya Esteban Velasco. “El suelo de granito quedó nuevo, ahora solamente falta que nos poden los árboles”, agrega.


A juicio de Velasco, las redes han sido fundamentales para la comunicación vecinos-Ayuntamiento. “El tema de quejarse por redes influye, muy por delante de cualquier otro aspecto, porque en el caso de las plazas fue cosa de ellos, aunque ya habíamos solicitado la limpieza”, finaliza.

Cuando los problemas del barrio se convierten en un visto y no visto para los vecinos de A Coruña

Te puede interesar