Horas y horas de furgoneta por toda España y Europa los ha ido convirtiendo en una familia, “nos vamos haciendo a base de viajes, cada uno con nuestras rarezas”, comenta el vicepresidente y secretario de la Cuarentuna de Veteranos de A Coruña, Fernando Varela. La entidad cumple 25 años y estos días les coincide un trío de conciertos: ayer en el Sporting Club Casino, hoy (21.30 horas) en el hotel Finisterre, en el marco de la convención nacional de Clubes de Leones, y mañana en el Colegio British Royal School de A Zapateira (22.00 horas).
Se establecieron oficialmente en 1998, de la mano de Juan Félix Santos Gayoso, más conocido como ‘Napoleón’, quien tristemente falleció hace ya siete años. El objetivo que tenían hace 25 años era conservar, transmitir y perpetuar una de las tradiciones estudiantiles más añejas, conservando hasta el día de hoy su tradición.
Y así se intentan mantener un cuarto de siglo después, como una familia de catorce integrantes que, pese a actuar por A Coruña, no duda en echarse a la carretera, bien para actuar en Aveiro o en Oporto, o llevar el nombre de la Cuarentuna, y de A Coruña, hasta tierras más lejanas como Eindhoven. “En esos viajes confraternizamos”, indica Varela, que adelanta que en julio acudirán a Murcia, “doce horas para allí, doce de vuelta, más callejear... nos hacemos familia así”. Tras Murcia, también prevén actuar en verano en Arteixo, Carnoedo y en la propia urbe herculina.
Los repertorios los preparan en sus ensayos semanales, de entre 60 canciones, ya sean “boleros, alguna tipo Los Panchos, venezolanas o argentinas”, enumera el vicepresidente. Para ayer, se llevaban una docena de canciones, sin olvidarse “de las típicas, como Clavelitos, que todo el mundo quiere escuchar”.
Varela explica que el llegó a la Cuarentuna de Veteranos hace casi diez años, en el 2014, interesado por la formación tras conocer al director musical: “hice las pruebas y me incorporé”. En 2017, en la primera asamblea tras la marcha de ‘Napoleón’, “mentor y presidente de la tuna”, Varela pasó a ocupar los dos cargos que ostenta.
No obstante, el camino tuvo varios pasos antes. Cuando uno entra en la tuna, primero es un ‘neófito’, “está a prueba, durante el transcurso de un año”. En este periodo, bromea Varela, “abusan un poco de él, le hacen alguna fechoría”. En su caso, fue en la “cena familiar de Navidad” cuando lo bautizaron, jurando, de rodillas, y eligiendo su padrino, antes de la imposición de la beca, “en ese momento ya eres tuno”. Actualmente, están a la espera de “bautizar a Castor y quedan dos más pendientes de la beca”.
De cara al futuro, Varela pide “hacer un llamamiento” para solicitar más apoyos por parte de las administraciones, porque “el poco dinero que sacamos es con el que viajamos, pero no llega”. “Vamos representando a A Coruña por España y Europa, necesitamos apoyo”, asegura.