Reportaje | Felipe Gianzo de Zas, el arquitecto que trazó el primer plano a color de la ciudad

Reportaje | Felipe Gianzo de Zas, el arquitecto que trazó el primer plano a color de la ciudad
El edificio del Real Consulado, en la plaza de Panaderas

Nace este arquitecto en A Coruña el 7 de septiembre de 1780. Ejerce el cargo de Maestro Mayor en Arquitectura civil y militar, imparte clases como Catedrático de Dibujo en la Escuela de Náutica en el Real Consulado de su ciudad natal. Como arquitecto realiza importantes obras. Entre ellas, ser el primer autor en hacer un plano topográfico en color de La Coruña. Asimismo es autor de la fachada del convento de Santiago, de Santa María de la Enseñanza, un ejemplo de la arquitectura neoclásica del siglo XIX y maestro del también arquitecto coruñés José María de Noya, quien levantó el primer proyecto del Teatro principal de esta ciudad (hoy denominado Teatro Rosalía de Castro).
 

Gianzo contrae nupcias con Fausta Pérez Escobar, natural de la localidad de Villaverde-Madrid, falleciendo este gran arquitecto en La Coruña el 12 de marzo de 1833 a la edad de 52 años, cuando estaba en lo mejor de su carrera profesional. Se halla enterrado en el Cementerio General de San Amaro.
 

Había estudiado Bellas Artes en Madrid, donde conocería a la que sería su esposa, luego se traslada a A Coruña en el mes de julio de 1804, cuando apenas tenía 23 años y en esta ciudad solicita una pensión del Real Consulado de Comercio, al objeto de ampliar los estudios básicos de Arquitectura en la Real Academia de Bellas Artes de San Fernando. Aunque no tuvo éxito en su petición, al quedar a la espera en el tiempo de que le fuese concedida. 
 

Tras el fallecimiento de su padre, Antonio Gianzo, carpintero de ribera en los Correos Marítimos, impulsa a la madre Josefa de Zas, en 1806 a solicitar al Consulado de La Coruña, en suplica económica de una ayuda para que su hijo Felipe pudiese seguir sus estudios en la Corte. La resolución de la Junta fue la misma que la anterior: ni aprobada, ni denegada, se le respondió tan solo que lo intentase en otro momento más apropiado.
 

Después de este nuevo fiasco, apenas transcurridos cuatro meses, eleva al Ministro de Hacienda, Miguel Cayetano Soler, una rogativa, mediante suplica, de que se le conceda la beca para poder cursar estudios en la Academia de San Fernando de Arquitectura, a cuya petición acompaña testimonio de sus méritos profesionales, como la ejecución de unos pianos-fuertes que fueron encargados por la reina, Diego Godoy, la duquesa de San Felipe, así como otras diversas personalidades de la Corte madrileña. Su persistencia tendrá sus frutos y el uno de enero de 1807 disfruta de una pensión diaria de diez reales de vellón, a fin de poder ampliar sus estudios de arte arquitectónico en la Real Academia de Bellas Artes de San Fernando.
 

Todos aquellos conocimientos adquiridos quedan de manifiesto como Profesor de Dibujo en la Escuela de Náutica en La Coruña, entre 1814 y 1825. Para optar al puesto vacante, la Junta del Real Consulado anuncia mediante edicto el concurso de oposición para la provisión de la Cátedra. A esta plaza se presentan tres aspirantes: Felipe Gianzo de Zas, con su carrera, recién finalizada, Juan Alonso Couto, Maestro Mayor del Departamento Naval de Ferrol y Jacobo Fernández Sarela, Profesor de Pintura. El 4 de mayo de 1814, tienen lugar las pruebas de acceso, siendo Gianzo admitido como el más valorado.


Su prueba más concluyente en el aspecto profesional le vendrá en otoño de 1816, en su primera actuación, la de ejercer de modo interino, las funciones de arquitecto municipal en sustitución del titular Fernando Domínguez Romay, con motivo de haber sido éste último comisionado por el Intendente general del Ejército, para dirigir la reconstrucción del Puente de Don Alonso, sobre las aguas del río Tambre, próximo a la villa de Noia.
 

Gianzo, como catedrático de Dibujo Científico de la Escuela de Náutica, profesor de Arquitectura Civil y maestro mayor del ramo de Fortificaciones Militares, pronto se verá llamado en requerimiento de sus servicios, como el solicitado por la Real Audiencia de Galicia en 1818, para que diseñase un mapa topográfico de la villa de As Pontes de García Rodríguez y sus lindes, para dirimir un pleito. 

 

Realizando en 1819 un plano en color del puerto y ciudad de La Coruña. Como Maestro Mayor, ejecutó diversas obras de fortificación, esta última ocupación la realizaría desde 1818 hasta su fallecimiento en 1833.


Así, de la mano y orden del capitán general Nazario Eguía, trabaja en Santiago en la instalación de la Capitanía General de Galicia, en el palacio que allí poseía el marqués de Santa Cruz de Ribadulla, en la Rúa Nueva, en tanto que el Colegio de San Clemente, se habilita para sede de la Real Audiencia, de modo que. en 1827, tanto Gianzo como Melchor del Prado Mariño, que eran los arquitectos encargados en Compostela de elaborar los planos y dirigir las obras de los edificios, ofician al Ayuntamiento para que se abonen lo que está ordenado por el Intendente General de Galicia, en concepto de dietas, formación de planos y obras de la Audiencia y Cárcel Real y Pública, que no siempre se pagaban puntualmente, sino todo lo contrario. 
 

La última actividad profesional de Gianzo será la construcción de la portada neoclásica del convento santiagués de Santa María de la Enseñanza, la cual fue concluida en año de 1830. Poco después cae enfermo y muere a la temprana edad de 52 años, cuando su carrera empezaba a sonreírle, aunque le costase más poder cobrar las deudas que se cernían por su trabajo que hacer los planos y obras que se le requería. Cuando acontece el óbito tenía numerosos servicios pendientes de serle abonados, algo que es de esperar pudiese hacer su viuda, la cual queda al cargo de seis vástagos de corta edad. 

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