Reportaje | Un libro con una historia, un mensaje para la vida y también para repartir suerte

Reportaje | Un libro con una historia, un mensaje para la vida y también para repartir suerte
La escritora Ana Julia Martínez | CEDIDA

Ana Julia Martínez publicó a finales del pasado año su última novela, ‘Turquesas de fuego’, una “historia humana, reflexiva, con tintes humanos y eróticos”. La recepción en sí está siendo buena, según explica la autora, pero en el transcurso de estos meses se le ocurrió que los lectores podrían llevarse en una mano el libro y, en la otra, un poco de suerte. Así, decidió que con cada libro, el comprador se lleve una piedra de la suerte.
 

“No tengo turquesas de verdad”, reconoce Martínez entre risas, pero ha escogido otra piedra para transmitir esta fuerza. “Estoy en ese proceso de regalar suerte”, apunta. El próximo día 15, estará en Marineda City, por la mañana, en el marco de la feria de la Asociación Gallega de Escritores. La idea de regalar las piedras surgió “hace poco”, cuando se le ocurrió que las turquesas “tienen una energía especial para conseguir objetivos”. Asegura que hay también otras piedras que “siempre han transmitido algo de energía positiva”, así que se le ocurrió “que la gente se lleve la novela en la mano para disfrutarla, pero que se lleve también algo en la otra mano”.


Sobre ‘Turquesas de fuego’, apunta que se centra en “tres ambientes diferentes”. Se trata de la historia de un matrimonio que está roto y que se encuentra, a través de internet, con una persona del pasado. Desde ahí, y con el regalo de un collar de turquesas, “surge todo”.

 

Feedback e inicios

Los lectores que le han trasladado su opinión, dicen que “les encanta la historia” y asegura que le piden que escriba una segunda y una tercera parte, “porque es un final totalmente abierto y que la persona puede imaginar lo que puede llegar a pasar de 50.000 maneras”. Pero, además, Martínez asegura que el feedback positivo se debe también a que tienen “un mensaje para la vida”.
 

Ana Julia Martínez explica que la pasión por escribir nació de pequeña, “de los 10 a los 20 no podía parar de escribir”. En un momento dado, hubo que dejar a un lado esa pasión, porque “tenía muchas cosas que vivir”, aunque seguía escribiendo algunas reflexiones. Hace unos quince años se lo volvió a tomar “más en serio” y, desde hace dos, “aún más”.
 

De cara al futuro más próximo, la autora asegura que tiene ya una novela “prácticamente terminada”, en proceso de corrección, y otra empezada. Aunque no le quita el ojo a ‘Turquesas de fuego’ y’ “si va bien, haré una segunda historia, una prolongación, y una tercera, porque las historias ya las tengo en mente”. 

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