La de hoy fue una mañana especial para los usuarios de Adcor, fundación que trabaja con personas adultas que deben convivir en su día a día con diversas discapacidades funcionales. Les tocaba ser profesores, y sus alumnos por un día ya les esperaban a primera hora de la mañana en la escuela infantil de Los Rosales, donde los niños más pequeños también disfrutaron de un par de horas alejados de su rutina diaria. 

“Los usuarios de Adcor tienen talleres ocupacionales en los que trabajan con cuero y otros en los que hacen reciclaje de papel, así que vinieron a la escuela para enseñarles a los niños sus habilidades. Todo el mundo tiene algo que enseñar y puede ser ‘profe’ por un día. Enseñar no es una tarea que solo pueden hacer los profesionales. Todos tienen capacidades diferentes y pueden compartir esa experiencia”. “Y la verdad es que todos se lo pasaron en grande”, explica Mónica Pulleiro, que coordina este tipo de actividades en la escuela.

Muchas risas, ajetreo y, sobre todo, mucha ilusión reflejada en las caras tanto de los niños como de sus improvisados profesores. “Estaban todos muy contentos. La actividad funcionó muy bien. Una de las chicas de Adcor, Helen, decía que ya no se quería ir porque se había hecho amiga de Daniela, una de las niñas. Decía que ya no se quería separar de ella”, relata Pulleiro.
De hecho, la actividad duró más tiempo del previsto, debido, precisamente, a que tanto los niños como los usuarios estaban disfrutando y trataron de prolongarla lo máximo posible.

La directora de la escuela, Xoana Prenas, también hace un balance positivo de esta experiencia. “Esto se enmarca dentro un proyecto que realizamos con Afaco, y en esta ocasión, decidimos contar también con Adcor para hacer una actividad con ellos. Su presencia enriquece el proyecto. Lo íbamos a hacer ya hace un tiempo, pero justo llegó la pandemia y todo quedó interrumpido. Por suerte, ahora pudimos retomarlo”, explica.

Afaco es una asociación cuyos protagonistas son los enfermos de alzheimer. De hecho, otro grupo de usuarios de Adcor también hizo  una visita a su centro ubicado en Salvador de Madariaga. La gerente de Adcor, Marga Garrido, se muestra satisfecha con ambas actividades. “Tanto la visita a la escuela como la que se realizó a Afaco forman parte de una iniciativa de inclusión, con niños, personas mayores y gente con alguna discapacidad. En Los Rosales trabajaron en el reciclaje de papel y los que fueron a Afaco hicieron actividades con cuero. Es importante normalizar que personas con discapacidad puedan enseñar”, concluye.