Para algunos parece que fue ayer, otros lo recuerdan de forma vaga, numerosos lo confunden con el Prestige o el Urquiola y, entre los más jóvenes, muchos ni siquiera lo conocían. Pero, en todo caso, lo cierto es que han pasado más de tres décadas desde aquella mañana del 3 de diciembre de 1992 en la que los coruñeses se despertaron atemorizados, al presenciar una enorme columna de humo desde sus ventanas que era visible prácticamente desde cualquier punto de la urbe. El petrolero Mar Egeo había encallado en la costa de la ciudad, provocando una  catástrofe ecológica de gran magnitud. Ahora, para recordarla o para darla a conocer, la asociación sociocultural ‘Zona Hadal’ organiza una exposición en la facultad de Ciencias de la Educación, bajo el título de ‘Cru: memoria coruñesa sobre o Mar Exeo’, que se puede visitar desde ayer.

“Es una exposición de testimonios. Son cincuenta fragmentos inéditos de las conversaciones que y entrevistas que realizamos a vecinos de A Coruña para saber como recuerdan aquel día y de gente que, de una forma o de otra, tiene que ver con el mar. Buscábamos obtener un relato colectivo de lo que fue el Mar Egeo, de lo que supuso, y de lo que queda hoy en día de esa catástrofe”, explica Antía Soto, una de las organizadoras del proyecto junto a Antón Taboada, Adrián Márquez y Ara Romero. “Son personas que tenían edades diferentes, por lo que su forma de recordarlo también lo es. La conclusión es que sacamos es que, aunque mucha gente recuerda muy bien la tragedia, hay personas que lo confunden con el nombre de otros barcos hundidos o directamente no lo recuerdan”, señala Soto.

La exposición es en formato cubo, y en su parte exterior se pueden ver mapas y otros elementos gráficos con información de la tragedia. Pero la verdadera experiencia se vive al entrar dentro del propio cubo. “Para leer los testimonios, hay que entrar dentro del cubo. Se proyectan los fragmentos de las entrevistas con un sonido de fondo relacionado con el mar para que la sensación del espectador sea completa”, explica la organizadora.

“Queríamos acercar esta proyecto a la Universidad, porque creemos que es algo muy interesante para los estudiantes. Ahora mismo,  la mayoría de ellos ni siquiera habían nacido, e incluso algunos ni siquiera tienen recuerdos del Prestige, que fue años después”, comenta Soto. “Es interesante que los jóvenes que no habían nacido sientan como suya esta tragedia. El mar y lo que ocurre en torno a él forja el carácter de la ciudadanía, y por desgracia, la historia podría repetirse y es importante conocerla”, asegura Soto, que recuerda que en al Aquarium Finisterrae hay otra exposición sobre el Mar Egeo. “No se solapan, sino que se complementan”, finaliza.