La movilidad se ha colado en el epicentro del debate político, aunque la forma de proyectarla, o la falta de la misma, existan de manera indisociable del concepto de política local. Sin embargo, los modelos en una dirección u otra, muchas veces vinculados a un tema ideológico, la han llevado al punto central de la agenda de todos los partidos, ya sea para caminar hacia un modelo o criticar precisamente que se camine. Desde el segmento de la población para el que caminar no se conjuga con los automatismos necesarios, la reivindicación pasa por apostillas como la accesibilidad, inclusión o la seguridad. 

En casi medio siglo de existencia, la Confederación Gallega de Personas con Discapacidad (Cogami) ha visto pasar elecciones de todo tipo y mandatos de todos los colores. A pesar de que reconoce avances, su presidente, Anxo Queiruga, cree que en el debe existen tareas que tendrían que estar superadas hace tiempo: “As obras dos concellos nas rehabilitacións deberían ser accesibles para todo o mundo, ao igual que as licencias, do mesmo xeito que se esixe unha saída de incendios”.

Cogami sitúa la ciudad “na zona media da táboa” en lo que a accesibilidad se refiere respecto al conjunto de Galicia, con algunos debes para el ganador de la carrera electoral. “A Coruña ten que facer as cousas para os colectivos tendo en conta aos colectivos”, advierte su presidente. “É necesaria unha interlocución máis fluida e que as obras que vaian comezar teñan en conta a visión dos afectados”, añade Queiruga, que pide más protagonismo para la asociación, ya incluida de forma consultiva en la comisión de accesibilidad. “É unha cidade aínda con moitos problemas de vivendas sen ascensor”, recuerda.

Movimiento asociativo 

El pasado mes de marzo se celebró el IV Foro de Entidades y Grupos Sociales de A Coruña, en el que más de 30 asociaciones de diferentes ámbitos se reunieron para intercambiar ideas y propuestas para mejorar los servicios en el llamado tercer sector. Ya en 2022 el objetivo principal del foro fue la elaboración de un documento conjunto y que fue remitido a todos los partidos políticos, así como al Gobierno local. Entre las firmantes están organizaciones como Grumico o la Asociación ‘Ponten100mos’, del proyecto Cultura Inclusiva DiversidArte. 

Dos son los puntos salidos del foro que afectan directamente a la solución de los problemas de accesibilidad de muchos ciudadanos. Por un lado, se solicita “un esfuerzo por el plan de accesibilidad del Ayuntamiento”. En el mismo se apela a la accesibilidad urbana, la gratuidad del transporte público para personas con diversidad funcional, la mejora de accesibilidad de las playas, parques, áreas recreativas, aseos, merenderos, zonas de sombra o aparcamiento. 

En segundo lugar, se hace referencia también a la “comunicación accesible”, explicada como la realización de acciones concretas para que la comunicación política llegue a toda la ciudadanía: formación y comunicación en la llamada ‘lectura fácil’. 

También a comienzo de año, Yésica Val y Héctor Tejón canalizaron a través de Movemento Tolleito el clamor en las redes, camuflado, en ocasiones a través de humor y retranca. Esto sirve para denunciar las barreras de las personas con diversidad funcional. 

La responsable, famosa por su papel de monologuista, se pone seria para dirigirse a los alcaldables y sus proyectos. “Le pediría al nuevo Gobierno que, ante una reclamación vía escrita o telefónica, se produjera una respuesta, porque en este último mandato no siempre fue así”, lamenta. “Si alguien con discapacidad llama al 010 porque tiene una dificultad, y que en una acera hay un socavón, el Ayuntamiento lo deja pasar”, añade al respecto.

Val pide además al Gobierno municipal “que se tome la molestia de escuchar al ciudadano, y que la queja sirva para mejorar, que se atienda a las reclamaciones, que se responsa por escrito y mediante la acción”. Ciudades que caminan, también sobre ruedas, es la intención final.