“Los terroristas causan mucho daño, muchos ataques en todo el territorio. No podemos viajar en bus porque los atacan. Queman los sembrados. Nos roban el ganado. Secuestran a los hombres jóvenes para obligarlos a combatir en sus grupos terroristas”. Con estas desgarradoras palabras describían la situación de su país siete jóvenes malienses que viven en A Coruña. Tras atravesar Mauritania, viajaron en una patera hasta Tenerife y allí pidieron protección internacional. Todavía están esperando la respuesta de la Oficina de Asilo.  

Estos inmigrantes en situación irregular habían llegado a territorio español en noviembre junto con otros muchos, que el Gobierno repartió por toda la Península. A ellos les tocó A Coruña y llevan desde entonces esperando para poder regularizar su situación. El primer paso es pedir  la manifestación voluntaria, pero no les daban cita. Hasta ahora, que anunciaron, de la mano de la ONG Accem, que iban a ofrecer una rueda de presa el viernes pasado. Una hora después les llamaron para darles cita.

Otros compañeros suyos, en otras ciudades, ya habían pasado pro este trámite, pero la Unidad de Extranjería Jefatura Superior de la Policía Nacional aseguraba estar saturada. Después de seis meses, podrán obtener el asilo.  “con la primera cita para la manifestación de voluntad”.

Aseguran que tienen miedo por sus vidas en la larga lucha y que la incertidumbre no les deja dormir

“Hay compañeros que vinieron en la embarcación con nosotros que ya la tienen”, han asegurado para precisar también que trasladaron su situación a la Oficina de Asilo de A Coruña, el pasado 13 de mayo, con solicitud por registro.

Los siete, según el comunicado leído por el intérprete, alegan que piden la protección internacional por la guerra en su país, desde 2012, con “ataques en todo el territorio” y con “secuestros” y “robos”.

“Teníamos miedo por nuestras vidas”, han dicho sobre sus motivos para salir del país y al pedir a la Delegación del Gobierno en Galicia y, en concreto, a la Oficina de Asilo que tenga en cuenta su situación.

“Queremos poder trabajar como los compañeros malienses que llegaron en nuestra embarcación”, ha leído, del comunicado, el intérprete Seidy Diaby en nombre de los afectados y firmantes del escrito. Todos ellos cuentan actualmente con la ayuda de la ONG Accem A Coruña, que les facilita comida y medicinas. “No nos sentimos bienvenidos y no conseguimos dormir”.