Los Bomberos acudieron ayer a la plaza de María Pita para retirar de la estatua de la heroína de la ciudad lo que quedaba de la lanza que sostenía, y que fue parcialmente arrancada cuando el temporal envió el iglú del poblado navideño contra la efigie, que se enganchó en el arma que sostenía la estatua.
La alcaldesa, Inés Rey, aseguró que el daño se repararía cuanto antes. Por el momento, María Pita permanece con el puño en alto. El gesto resultante tiene un curioso aire reivindicativo.