La Policía Nacional investiga el robo que sufrió a las cinco de la madrugada pasada el bar Fika, en Fernando Macías. Un sujeto entró en el establecimiento tras romper todas las cerraduras y tras registrar durante unos minutos por todas partes, localizó el lugar donde se guardaba el dinero y se llevó todo su contenido, unos 700 euros. El gerente, Javier Álvarez, asegura que todo fue muy rápido. “Entró a las 05.04 horas y salió a las 05.09 horas”. La alarma sonó, pero en tan corto periodo de tiempo no pudo llegar ni el dueño ni los coches patrulla.
Ya por la mañana, la Policía Científica acudió para recoger pruebas. Entre ellas se encuentra la grabación de las cámaras de seguridad, en la que se ve al individuo, con guantes y capucha, recorriendo en local y cómo abre la caja. Sin embargo, en varias ocasiones mira a la cámara, lo que permite ver su rostro. Ahora las autoridades están tratando de identificarlo.
Esta clase de incidentes son bastante comunes como señalan las fuentes policiales consultadas, y normalmente por delincuentes habituales, conocidos por las autoridades y que actúan solos (sobre todo en el caso de los más veteranos) o en grupo. Pero desde la Policía reconocen que el sujeto que actuó ayer era más habilidoso que la mayoría: el método para allanar el local más habitual es la fuerza bruta: o bien destrozan el cristal de la puerta con un objeto contundente o bien emplean una palanca para reventar la puerta. El sospechoso del Fika demostró la suficiente habilidad como cerrajero como para retirar dos pasaderos y forzar no una, sino dos cerraduras.
Las últimas estadísticas (que se remontan al año pasado) señalan que en A Coruña se produce más de un robo con fuerza al día. Más de la mitad, en domicilios. Se trata de un número (434) ligeramente menor al de 2019 (441), pero es alto comparado con años anteriores.
Al día siguiente, la Policía Científica acudió para recoger pruebas. Entre ellas se encuentra la grabación de las cámaras de seguridad, en la que se ve al individuo, con guantes y capucha, recorriendo en local y cómo abre la caja. Sin embargo, en varias ocasiones mira a la cámara, lo que permite ver su rostro. Ahora las autoridades están tratando de identificarlo.