Aunque es holandés y vivió a caballo de los Países Bajos, Alemania y Madrid hasta los 18, sus veranos en A Coruña, tierra de sus abuelos, lo convencieron de que de mayor viviría aquí.
No sólo es una realidad, sino que ahora, gracias a una de sus pasiones, la música, también trata de demostrar su amor a Galicia a través del videoclip de su último tema, ‘Into the Moon’.
Rodrigo van Heel explica que llevaba mucho tiempo con una melodía “que no podía parar de tocar, me ardía por tener algo que contar”. Conoció a un amigo francés gracias al que “empezó a tener sentido la melodía”, aunque se cruzó con un suceso triste, el ictus “de la hermana de mi abuela”, que le hizo saber de qué hablar.
En ese momento estaba leyendo un libro en el que uno de los personajes leía las manos, “no solo las líneas, sino también los bultos”, a los que trataba como las montañas de la luna. De ahí salió el mensaje de la letra del tema, como un viaje a la luna antes de irse al cielo. “Es un mensaje de alivio para una persona que cree que se está yendo al cielo, aunque no le ha llegado su hora, le queda otra aventura más”, explica sobre la canción y sobre su familiar. A la hora de plasmarlo en el vídeo, lo habló con su hermana y con su pareja, que le apuntaban a mostrarse como el era, su autenticidad. Así que acudieron a lo básico, a lo que le gustaba a Rodrigo: pescar con mosca, surfear... “todo ello en Galicia, buscando transmitir lo bonito que es Galicia: a través de la pesca en el río Ulla, surfear en Razo, el faro de Corrubedo...”.
De este modo nacieron ‘Into the Moon’ y su vídeo, aunque Rodrigo explica que los procesos de composición suelen ser bastante diferentes. “Ojalá fuera escritor de ir a un café y sentarme a escribir, pero me cuesta mucho”, apunta y añade: “Son impulsos”.
Reconoce que al principio era más complicado, ya que cuando empezó, “estaba pasando una depresión y sí que me senté a escribir y a raíz de escribir cositas, se convertían en melodías”. Ahora es al revés, a raíz de las melodías nacen las letras.
Inicios y metas
Rodrigo van Heel estudiaba Dirección Hotelera y, en 2018, buscó unas prácticas en Indonesia. En aquel momento, tuvo un accidente de moto, “acabé mal”, apunta, “con acúfenos”, lo que derivó en una depresión.
“Nunca estuve tan mal en la vida, ya tocaba la guitarra, pero no tenía necesidad de componer, pero a raíz de pasarlo mal, de mis experiencias, me salía solo, como un proceso natural”, señala.
Y es que explica que le resulta “más fácil componer cuando tengo algo triste”, aunque matiza que lo triste no tiene por qué ser desagradable, “de algo triste se puede hacer algo muy esperanzador”.
De cara al futuro, asegura que el objetivo es “dedicarme a la música, está claro que no voy a dar un salto a la fama de hoy para mañana, pero mi objetivo es grabar más proyectos musicales, más singles, más albums...” indica y asegura que tiene claro lo que puede hacer por el momento: “seguir componiendo y darle caña, tarde o temprano el objetivo es llamar la atención y que una discográfica se interese”, concluye Rodrigo van Heel.