Rulo y la Contrabanda | “No me subo al escenario con quien no puedo abrir un vino después”

Tras varios años sin pasar por A Coruña, regresan esta noche (00.30 horas) para dar un concierto en el Recorda Fest, con un repertorio más dado a la fiesta, junto a “bandas amigas”
Rulo y la Contrabanda | “No me subo al escenario con quien no puedo abrir un vino después”
Rulo y la Contrabanda, en 2021 en el Festival Noroeste | Quintana

Rulo y la Contrabanda regresan a A Coruña tras varios años de ausencia en la ciudad, y lo hacen con un repertorio festivalero, más acorde al escenario de esta noche (00.30 horas), en el marco del Recorda Fest. “Es un hermanamiento entre el público de diferentes bandas, es una forma de pescar gente nueva”. Quien habla es Raúl, que se muestra “muy ilusionado de volver a A Coruña, porque hace años que no tocamos allí y también ilusionados de compartir con bandas amigas, con las que hemos ido compartiendo cartel y carretera muchos años”.
 

A pesar de que el setlist repasará más años atrás en el tiempo, este otoño se cumple un año del lanzamiento de su último disco, ‘5’, y esto es motivo para la reflexión. “Nunca suelo decir que es mi mejor álbum, porque eso lo decide el tiempo y el público”, apunta Raúl, que añade que con este ha pasado una de esas cosas que busca siempre un artista o un grupo: “Hay tres canciones que se cantan ya como los clásicos”. “Una vez, hablando con Bunbury, me decía eso, que que se queden en el repertorio una, dos o tres canciones de un álbum nuevo y que se vayan a quedar para siempre, es porque el álbum tiene algo”, añade.
 

“Después de tantos discos, sacar un álbum y ver que el público le da una oportunidad a las diez canciones... eso es gasolina”, asegura. Aunque reconoce que “cada vez cuesta más también”. “Distancio más los álbumes, porque cuando ya has compuesto tanto, reconozco que me cuesta más recolectar diez canciones y que me gusten”.


Aún así, el proceso de composición es algo que “me conmueve y me sigue sorprendiendo”. “Me parece algo inexplicable, porque puedes estar tres meses sin que te salga una canción que te guste, que te sientes desdichado, pero, de repente, una noche, en la soledad de casa, te sale una canción que dices ‘¡Guau! Esto va al disco seguro”, explica Raúl. “Meigas lo llamáis por ahí, otros lo llaman duende. Yo lo llamo magia. Después de tantos discos, no hay una fórmula, un sistema, y eso me encanta”.

 

Convivencia

En breve se cumplirán quince años desde el inicio del camino de Rulo y la Contrabanda. “Flipo con lo rápido que pasa el tiempo, es alucinante”, apunta entre risas. “Tengo 44 palos, empecé joven, no soy viejuno ni clásico, pero tengo una carrera ya”, afirma, mientras recuerda también que “ya hace un año y pico que llevo más tiempo con la Contrabanda que con La Fuga (fueron trece años)”.


Apela al “carácter norteño” al asegurar que no acostumbra a mirar al pasado, pero cuando lo hace, a pesar de la melancolía, es “un tipo optimista”.
 

También es una persona con valores claros y los comenta recordando los últimos años de La Fuga y la necesidad de una buena convivencia en las bandas. “Lo de menos son las dos horas del escenario, yo no me vuelvo a subir al escenario con alguien con el que luego no me quiera abrir un vino o tomar una copa”.
 

Y esa buena relación es importante para momentos como el que vivirán en octubre, con una gira por América Latina: “Son 20 días conviviendo de manera más extrema que en Gran Hermano”. Para el año que viene, adelanta, planean otra gira por teatros. 

Rulo y la Contrabanda | “No me subo al escenario con quien no puedo abrir un vino después”

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