Los Satélites: el patrimonio musical coruñés que puso en órbita las verbenas

La orquesta de Sito Sedes o Pucho Boedo, y que introdujo el sonido latino, mantiene intacta su popularidad
Los Satélites: el patrimonio musical coruñés que puso en órbita las verbenas
Los Satélites en una actuación de 2021 junto a Sito Sedes

Cuando el pasado mes de agosto la comisión de fiestas de Culleredo anunció su cartel para 2024 jugó con los sentimientos de muchos, al situar al final de la programación el nombre de Los Satélites. La histórica orquesta, en realidad, no tocará en la zona de Tarrío hasta septiembre de 2025, pero el simple hecho de haber cerrado la fecha es, por un lado, una maniobra de marketing y, por otro, uno de los gestos más reveladores de lo que, a día de hoy, sigue representando uno de los mayores patrimonios culturales de A Coruña.

Y es que, si bien resulta indiscutible que las orquestas y las verbenas viven una nueva Edad de Oro, la capacidad de atracción de Los Satélites a través de las décadas es la definición de transversalidad. En una etapa de polarización hasta en los gustos, en los que toca elegir incluso entre Panorama y París de Noia, suponen la tercera vía, la del éxito asegurado y la que pone de acuerdo a todo el mundo.

Si A Coruña y su cerveza presumen de tener algo especial desde 1906, su industria musical podría utilizar la fecha de 1938. Aquel invierno de guerra tuvo un paréntesis de alegría en la sala de baile Atlantic, donde posteriormente se situaría la cafetería Kirs y ahora un pub homenajea, curiosamente, a Ernest Hemingway. De casi todo lo que sucedió desde los primeros acordes a la última verbena lleva una minuciosa documentación Javier Saavedra, director de la formación desde mediados de los 90. “La clave de la supervivencia es habernos adaptado a los tiempos: según evoluciona la sociedad, así lo hace la orquesta”, afirma. “Tienes que gustar a la gente y, aunque el único estilo que no adaptamos es el reggaeton, somos una verbena para todos los públicos, de niños a abuelos. Tampoco es lo mismo las 22.00 que las 03.00”, añade.
 

 

Pucho y Sito

Horas antes de la celebración del Día de Galicia, el pasado mes de julio, se apagaba para siempre la voz de Sito Sedes, una de las voces patrimoniales de la ciudad. Vinculado a Los Satélites desde 1972, medio siglo después de su debut aún existían muchos planes de futuro en común. “Hablé con él antes de que se acostase, porque al día siguiente tenía que venir a grabar una canción con nosotros. De hecho, cuando me avisaron de su fallecimiento estábamos grabándole la base. Sito, desde que entró en Los Satélites, jamás se marchó del todo y siempre volvía a hacer algún tema”, recuerda Saavedra.
 

1952 Los Satu00e9lites con Pucho Boedo para Venezuela
El viaje de Pucho Boedo con Los Satélites a Venezuela, en 1951


Menos años duró la vinculación de la orquesta con Pucho Boedo, la voz de Los Tamara. Sin embargo, ambos compartieron un momento y un lugar que cambiarían para siempre el sonido de las fiestas en Galicia. Era 1951 y, si la historia cuenta que The Beatles jamás hubieran sido lo que aún son sin su viaje a Hamburgo, algo parecido sucede con Venezuela y Los Satélites. Según relata Saavedra, el primer viaje a América de una orquesta española fue, en realidad, toda una cura de humildad: “No fue precisamente exitoso: iban desde España pensando en lo bien que tocaban y lo bien que hacía música latina, pero fue allí donde tuvieron que aprender y ver cómo era de verdad”. Las circunstancias provocaron que algunos miembros de la banda se quedasen a vivir allí. Los que volvieron importaron un estilo único y que llevó a Los Satélites a ser la orquesta de la televisión nacional. “Estas dos personas pusieron a Los Satélites en el candelero: conseguir un Disco de Oro de la casa EMI no es fácil. Salir en el mejor programa de música, con sólo una cadena, no es fácil. Ahora las orquestas llevan tres, cuatro, cinco o seis cantantes. Antes había uno, que era Sito, y toda la responsabilidad caía sobre él”; subraya el director de la formación.
 

 

Actualidad

Sería un error vincular verbena tradicional o a Los Satélites con un espectáculo contenido o de primera. Nada más lejos de la realidad. La rutina ‘on the road’ deja a los músicos sin una sola fecha libre para los próximos veranos: julio y agosto de 2025 están totalmente completos y, de media, el respiro es de tres o cuatro días al mes. “No hay término medio: o te gusta o no”, subraya su director, quien durante el verano se va a dormir a las 07.30 horas y desayuna a la hora del telediario. “En casa nos dicen que sigamos”, bromea.

 

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Actuación de Los Satélites en Rianxo hace apenas 15 días


Sitúa Javier Saavedra la Gualupe de Rianxo, Asturias y la Barca de Muxía como los tres eventos más salvajes en lo que a duración se refiere. “Terminamos, a veces, más allá de las 08.00 horas”, indica. No obstante, agradece la evolución y educación de un público que cada vez respeta más el trabajo de los músicos. “Lo de la gente ‘soplada’ era mucho peor cuando yo empecé. Contabas las verbenas por peleas: en esta hubo tres y en aquella cuatro. La gente era mucho más bruta y ahora es de bailar”, confiesa.

Al gran patrimonio musical de la ciudad le quedan pocos sueños por cumplir, aunque uno de ellos ya lo expresó en El Ideal Gallego: homenajear a la ciudad mirando a María Pita, en un evento central de las fiestas. Que la plaza se desbordaría es tan seguro como la supervivencia de una formación con fechas cerradas hasta 2030. 

 

Colaboraciones
 

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