El ladrillo parecía llamado a poner de nuevo los cimientos de la recuperación económica, pero las crisis sucesivas (la de suministro primero, seguida de la energía y la de combustible), están frustrando estas expectativas. Ahora, las docenas de obras en curso en la ciudad amenazan con paralizarse en cualquier momento. El director de la Asociación Provincial de Empresarios de la Construcción (Apecco), Diego Vázquez, fue muy claro al respecto: “Como no haya una solución urgente, estaremos hablando de destrucción de empleo”.
Precisamente ayer por la mañana se celebró en el Hotel Attica 21 un desayuno de Appeco en el que los constructores pudieron exponerle sus cuitas a la conselleira, Ángeles Vázquez. Lo más grave es que esta situación, en palabras del presidente de Appeco, viene a reforzar la problemática que venía arrastrando ya la construcción, “crisis tras crisis”. Todavía no se habían recuperado del golpe que el año pasado, les propinó el incremento del precio de las materiales primas, que se incremnataron un 21%, en un moemnto en el que los contratos impedían repercutir esta alza a los clientes. “Ahora, con la guerra, se recrudece y no tenemos ningún margen de maniobra”, señaló el portavoz del sector.
Además de estar prácticamente parados por la escasez suministros “no hay hormigón ni acero” y por la huelga de transporte, algunos empresarios han tenido que soportar actos vandálicos en alguna máquina (en Ferrolterra). Para Vázquez, “la situación es preocupante, tensa, y como no haya solución urgente, hablaremos de destrucción de empleo”. Irónicamente, este revés se produce precisamente cuando las expectativas eran más halagüeñas, lo que no hace sino aumentar el desánimo entre los empresarios.
Juan José Yáñez, secretario general de la Asociación Provincial de Promotores Inmobiliarios, (Appeco), pidió que se elaborara un precio de índice de materiales de edificación, para obra pública y piden otro índice para obra privada, para que el sector. “No tengo ningún conocimeinto de ninguna promoción de viviendas se haya paralizado, pero hay que renegociar muchas contratas de suministro, y se están demorando nu poco las obras, porque nuestros suministradores no nos quieren dar precios. Nunca había visto algo parecido, ni con la guerra del Golfo”. Uno de las obras más importantes afectadas por la huelga de transportes es la del túnel de Sol y Mar, en Oleiros. En contra de lo que estaba previsto, los garajes de los números 6, 7 e 8 de la plaza de Os Areeiros no se cortarán el lunes. Así se lo comunicó el Ministerio de Transportes al Ayuntamiento.
Ambos, Appeco y Aproinco, reclaman que el Gobierno actúe, y ya, para rebajar los precios. “Es una cuestión de supervivencia, no sé cuál es el debate. Se te cae el alma a los pies”, denuncia Vázquez. Por su parte, Yañez señala: “No pedimos nada para las empresas promotoras, pero estamos muy, muy preocupados.
Aseguran que no pueden esperar al 29 de este mes, como ha anunciado el Gobierno central. “Yo quiero ser optimista, pero el Estado tiene que actuar ya”, insta Vázquez.