La seguridad o la sensación de falta de la misma se ha convertido en una de las grandes banderas de buena parte del movimiento vecinal de la ciudad, hasta el punto de unir bajo la misma a casi una veintena de asociaciones que reclaman una reunión común con la alcaldesa, Inés Rey. Sin embargo, una cosa es el sentir del viandante y otra distinta la del sector privado, acostumbrado a recurrir a empresas específicas que velan por su tranquilidad. Son decenas que funcionan en la práctica como los ojos de la fábrica, la planta o el negocio cuando las luces se apagan.
Después de cumplir sus Bodas de Plata, el Grupo 4S puede presumir de ser uno de los más antiguos del sector con acento marcadamente coruñés. Luis Fernández, su coordinador de servicios y encargado de operativa, no ha detectado un crecimiento exponencial de la demanda. “En nuestro caso el volumen de trabajo es el mismo durante los últimos años, en lo que más hemos aumentado la demanda es en los eventos: hoy en día todo el mundo solicita presupuestos para festivales, pubs, discotecas o conciertos”, explica. Su empresa da cobertura a 25 clientes de todo tipo, desde pequeñas entidades locales al grupos como Leche Río. La máxima para cualquier tipo de incidencia es hoy la misma que cuando se creó 4S en 1997. “En casos de riesgo hay que actuar con mucha mano izquierda y hasta donde nos permite la legislación, pero en Galicia siempre ha habido un índice de peligrosidad y una sensación de amenaza muy bajas. El único punto donde ha crecido un poco la conflictividad, en nuestro caso, es la Cocina Económica, porque ha cambiado el perfil de los usuarios”, subraya. Por su parte, Securtem lleva 12 años especializado en el sector de la seguridad y la videovigilancia. Fuentes de la empresa apuntan a una realidad muy semejante a la descrita por sus colegas de 4S: “Estamos en los números de los últimos años, por lo que la situación en la actualidad puede decirse que ‘sin más’”.
Por su parte, Ricardo a sus 51 años lleva más de media vida como guardia de seguridad. Su currículum incluye desde supermercados a algunos de los grandes almacenes más importantes de España. “No es cuestión de que haya más delincuencia, porque los de antes eran mucho peores, es más bien una cuestión de educación. Simplemente tocan más las narices, pero son más inofensivos”, indica uno de los encargados de que no haya noticias ni sucesos.