Solo el 16% de los grafiteros que hay en A Coruña están identificados

Solo el 16% de los grafiteros que hay en A Coruña están identificados
Operarios del servicio de limpieza viaria municipal limpian las pintadas | archivo EIG

Hace tiempo que la Concejalía de Medio Ambiente ha declarado una guerra sin cuartel contra las pintadas. El objetivo es eliminar todos los dibujos de las paredes de la ciudad y, en caso de que reaparezcan, eliminarlos de nuevo en menos de 48 horas. Pero no solo con agua a presión y productos químicos se eliminan los grafitis: también se sanciona a los “artistas” recalcitrantes, y con ese objetivo, el Ayuntamiento mantiene al día un registro de grafitis, del que solo el 16% de los autores están identificados.


El Ayuntamiento presentó hace casi un año (en 28 junio de 2021) la Oficina Virtual del Grafiti, donde la Patrulla Verde de la Policía Local guarda el registro, en el que se han contabilizado casi 300 pintadas de diferentes autores. Sin embargo, solo algo menos de 50 están debidamente identificados por las autoridades para poder sancionarles.


Muchos de ellos son “tags”. Es decir, firmas que consisten en poco más de un garabato, de manera que su autor es distinguible del resto. En la Concejalía de Medio Ambiente distinguen entre grafitero propiamente dicho, como alguien que realmente hace un dibujo con un componente artístico (aunque ilegal) de un simple “emborronador”. Estos últimos se encuadran dentro del Ayuntamiento como simples actos de vandalismo.


Pocos grafiteros

Grafiteros, como tales, quedan muy pocos en A Coruña, y fuentes municipales aseguran que les siguen el rastro, pero es casi imposible controlar el problema de los “tags” precisamente porque cualquier adolescente puede hacerse con un spray de pintura y dibujar un garabato en la pared antes de echar a correr.


Actualmente, los operarios limpian en barrios como Monte Alto o Palavea, pero la progresión es lenta, porque tienen que volver sobre sus pasos para repintar un muro donde ha vuelto a aparecer un grafiti. Se hace un seguimiento para evitar que aparezcan nuevas pintadas en los barrios ya limpios (ya sea en paredes, bancos o contenedores) y, además, los vecinos pueden avisar a través del 010 o de oficinavirtualgraffiti@coruna.gal, aportando la localización exacta.


El Ayuntamiento se compromete a borrar las pintadas en un plazo de 48 horas o más, si el contenido de la pintada resulta “ofensivo”, aunque no ha especificado a qué se refiere.


Si todo va bien, A Coruña podría ser declarada zona libre de grafitis, pero no se trata solo del trabajo que desarrolle el Ayuntamiento, también depende del civismo de la ciudadanía. El objetivo de la Concejalía de Medio Ambiente, que encabeza Esther Fontán, es que el público entienda que existe un arte urbano que puede ser estético y para el que el Gobierno local aportará espacios donde pueda llevarse a cabo y que otra cosa el incivismo y el vandalismo que es lo que se encuentra en las calles.

Solo el 16% de los grafiteros que hay en A Coruña están identificados

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