Había mezclado medicamentos y bebido un par de botellas de vino. Así explicaba el hombre que lanzó su coche contra un bar en Os Mallos la noche del viernes diez su comportamiento temerario. La dueña del bar y principal damnificada acudió ayer acompañada de sus abogados a los Nuevos Juzgados, donde se decide si continuará en prisión provisional a donde lo había enviado el juzgado de instrucción número tres, que ese día estaba en funciones de guardia. El Juzgado de Instrucción número dos ha ratificada la prisión provisional comunicada y sin fianza.  

“Como acusación particular vamos a pedir que se mantenga la medida”, había explicado Adrián Borrajo. Su compañero, Eduardo Astray, y él, representan a varias de las personas que sufrieron heridas durante aquel espectacular suceso, en el que el sujeto acudió en coche al bar y tras enzarzarse en una pelea en la terraza con el novio de su exesposa, metió el coche en el interior del establecimiento, destrozándolo. 
 

Comparecieron dos testigos cuyo testimonio se suma a otras evidencias que ya obran en poder del juzgado, como los videos grabados con los móviles. Pero Borrajo advierte: “A veces lo que parece fácil en el derecho no lo es tanto en el juzgado. Los hechos son claros y los indicios son bastante evidentes”. Astray explicó que el acusado aseguraba que no recordaba nada por haber ingerido medicamentos y vino: “Pero cuando su señoría le exhibió el video, se reconoce a sí mismo”. A este respecto, Inacia añade:  “Nunca vi una cosa tan loca. Tenía mucha fuerza, parecía que estaba muy bien”. En los videos que grabaron puede verse como maniobra con su coche y como golpea a la pareja de su exesposa antes de subir de nuevo al coche y chocar. 

Determinar los daños 

Queda en la investigación por determinar los daños que se han causado, si los hay psicológicos, y materiales, que hay que cuantificar y determinar. Como destacó Borrajo, hay detrás una vida humana a la que han roto su forma de vida. A ella, por suerte no le ha pasado nada. Si no, estaríamos hablando de homicidio consumado, y no de tentativa”. 
 

“El riesgo de muerte era claro”, comentó Astray. En cuando a la dueña del local, Gislene Inacia, de Brasil, que es una de las principales damnificadas, señaló que aunque no sufrió heridas graves, no salió indemne: “Tengo dolores musculares en el lado izquierdo, muchos dolores abdominales. Me han hecho una resonancia”. 
 

La hostelera no sabe cuándo podrá reabrir su negocio.  “Lo tengo muy destrozado. El dueño del local está mirando si me lo arregla. Me falta mucho para abrir”, explicó. El sujeto está acusado de dos delitos contra la seguridad vial, un delito de tentativa de homicidio y varios delitos leves de lesiones. 
 

Hay que tener en cuenta que el sujeto tiene una larga lista de antecedentes en su haber. Según fuentes policiales, la mujer le había llamado ese mismo día para contarle que había mantenido uan pelea con su novio, un hombre de unos 70 años, y quizá fue ese el detonante de la actuación violenta de este, que estuvo a punto de causar una desgracia.