En la ciudad donde se ubica el faro romano más antiguo del mundo que todavía funciona hacer un taller de cocina sobre la antigua Roma no debiera ser algo excepcional. En las excavaciones que se hicieron a los pies de la Torre de Hércules se encontraron vajillas y menaje que, seguramente, llevaron dentro platos muy parecidos a los que prepararán los alumnos del curso que impartirá Lola Caramés este domingo en Pencil and Fork.
La temática surgió cuando la profesora estaba viendo un documental en televisión sobre la Roma imperial. Ahí nació la idea de preparar algunos platos de los que se disfrutaban en el triclinio y Lola Caramés se puso a investigar. “Me puse a buscar toda la información posible para saber qué comían los romanos y, la verdad, es que ahora con internet es muchísimo más fácil –explica–; me gusta averiguar sobre cocinas diferentes y platos que no sean lo de siempre”. Tras sus pesquisas, descubrió que los romanos “eran muy innovadores y les gustaba mucho la comida”. “Fueron los primeros que empezaron a hacer cosas diferentes”, añade.
Una vez reunidos los ingredientes, decidió el menú: “Haremos Pannis Quadratvm Pompeii, un pan encontrado en las ruinas de Pompeya; Garum, la primera salsa conocida en la historia de la cocina; Moretum, un untable de queso y hierbas súperbueno, y Pulum Frontonianum, un pollo cocinado con garum y vino”. Y, de postre, “Datteri Ripeni”.
El Pannis Quadratvm Pompeii es un pan que apareció en Pompeya y del que sacaron la receta: está hecho con harina de espelta y semillas de amapola y va atado con dos cuerdas, una de ellas para separar las porciones. El Garum es, probablemente, la primera salsa conocida en la historia de la cocina. Los romanos la hacían con vísceras de pescado fermentadas pero ahora se usan anchoas. El Pulum Frontonianum es un guiso de pollo al que se le añade el garum. El Maretum es de los primeros dipeos de la historia, hecho con quesos, hojas de apio triturado, aceite y ajo, para comer con pan o crudités. El postre son Datteri Ripeni, dátiles con frutos secos y bañados en miel.
Estos son los platos que prepararán y que, seguramente, habrían hecho al mismísimo Julio César chuparse los dedos. Este menú también lo probarán los alumnos que se han apuntado en este taller. “Es un grupo reducido y, durante dos horas y media, estaremos cocinando para, al terminar, por supuesto, comernos lo que hayamos preparado”, explica la cocinera.
La de Lola Caramés es una cara conocida entre los aficionados a los fogones que buscan mejorar su técnica en A Coruña. Imparte talleres de cocina, muchos de ellos en el Ágora, de todo tipo: española, vegetariana, internacional, árabe, asiática, repostería, para adultos y para niños, especiales de Halloween, de Navidad y prácticamente cualquier fiesta. Toca casi todos los palos.
La inspiración parte de casi cualquier película, serie o libro con el que se topa, porque su cabeza está pensando siempre en la cocina y en nuevas ideas. La antigua Roma no es el único curso de cocina basado en la historia que ha impartido: “También hicimos uno de la antigua Persia, en el que preparamos un arroz joya muy espectacular y muy bonito, construido con la forma de una pirámide, con arroz, pétalos de flores y pasas”.