Ha sido un verano lleno de tensión para el Gobierno local, que ha tenido que lidiar con dos frentes abiertos en la basura: el servicio de recogida y el de reciclaje. El primero puso su punto y final el jueves pasado después de 46 días de huelga que llenó de desperdicios las calles de la ciudad. El de la planta de reciclaje de Nostián terminó este lunes, incluso antes de haber empezado, gracias a una votación de la asamblea media hora antes de que comenzara el paro.
Hay que señalar que la tensión se había relajado bastante después de la reunión que había mantenido el Ayuntamiento de A Coruña con el Consorcio As Mariñas, que agrupa a los municipios del área metropolitana (con excepción de Arteixo). El Consorcio había amagado con dejar de llevar su basura a Nostián molesto por la tardanza de A Coruña en licitar una nueva concesión, y también porque no se le había consultado en la toma de decisiones, a pesar de aportar el 40% de la basura.
Sin embargo, a principios de año, José Manuel Lage, concejal de Economía y Planificación Estratégica, prometió al Consorcio un precio reducido por tratar su basura. Al final llegaron a un acuerdo de 30 euros menos por tonelada. Esto tranquilizó a los trabajadores de Nostián, que saben que sin la basura del área metropolitana, la planta tal y como está diseñada no es viable, lo que habría obligado a una reducción de plantilla, y por eso retrasaron la huelga hasta este lunes.
Más complicado era el problema de la paga de productividad. Esta depende del reciclaje de envases de plástico, que paga Ecoembes, la entidad que agrupa a los principales productores. Pero actualmente (como en muchos sitios de España), no existe un convenio en vigor entre el Ayuntamiento y Ecoembes. Esto ponía en peligro su paga del próximo año, de ahí que siguieran en huelga.
Sin embargo, el comité mantuvo una reunión con la concejala de Medio Ambiente, Yoya Neira, en el que llegaron a un acuerdo: el Ayuntamiento garantizaría a los trabajadores de Albada (la actual concesionaria, aunque su concesión caducó en enero de 2020), que su paga de productividad estaba garantizada. Por eso desconvocaron la huelga.