Una vez más, los transportistas se echaron a la calle. Si el lunes habían reunido a 160 camiones según la Policía Local (o 208, según la organización), en una enorme caravana, ayer unos 225 transportistas (o 500, de nuevo según la organización) se dirigieron a pie desde el muelle de Oza hasta la Delegación del Gobierno para pedir la dimisión de éste y una solución inmediata a ala crisis provocada por la subida desorbitada de los carburantes. No solo había transportistas en la protesta, habían acudido siete autobuses desde la Costa da Morte.
En las pancartas que sostenían los manifestantes podían leerse las opiniones que les merecía la gestión del Gobierno: “A ruina do mar está en Madrid a Gobernar” o “O gasoil e Europa funden a flota e unha man ninguén a bota”, además de “S.O.S. transporte” y “Queremos traballar sen nos arruinar”. Una vez frente a la Delegación, cortaron uno de los carriles de dirección entrada de Linares Rivas para seguir con una sonora protesta hasta la una de la tarde.
Los transportistas llevan una semana de paro, convocada por una plataforma a nivel nacional sin representación, y todavía se ignora cuánto puede durar, puesto que las conversaciones en Madrid entre las asociaciones y el Ministerio de Transportes no parecen estar cerca de culminar en un acuerdo. Mientras tanto, la inactividad de los 35.000 camioneros que hay en la provincia, se ha dejado sentir en todos los suministros, incluso en los más básicos.
El presidente de Asociación Coruñesa de Empresarios del Transporte (Ascentra), Antonio Señarís, señaló la dificultad de mantener unos servicios mínimos cuando ni siquiera hay una huelga oficialmente convocada: “Ahora mismo os camións entran sin sentido común no porto. O pescado abriuse unha ventana onte para que sacaran o pescado da lonxa, porque non tiñan onde meterlo nas cámaras e foi as plantas de procesamento”.
Las negociaciones con la Lonja siguen abiertas pero gran parte de la flota sigue amarrada también por el alto precio del combustible.
La propuesta de 100 euros al mes para cada camionero, barajada por el Gobierno central, no convence al sector. “No es una garantía de rentabilidad, y que el precio bastante para el gasóleo. Lo que queremos es un techo de 1,3 euros el litro, lo más asequible, sin que el consumidor tenga que pagar los sobrecostes”.
Los manifestantes se sienten fuertes: el paro comenzó en A Coruña con la cooperativa Codabes, y a finales de la semana pasada se unió Ascentra. Cada día se unen más asociaciones, indignadas. Señarís lo explica: “No existen vías de negociación con el Gobierno: vas al Ministerio (el de Transportes) y te llaman ultraderecha. No es una ministra (Raquel Sánchez) que nos represente. Y Nadia Calviño (ministra de Asuntos Económicos) y María Jesús Montero (ministra de Hacienda) tampoco nos ofrecen medidas necesarias”.