La Fundación Secretariado Gitano estima que unas 3.000 personas de esta etnia residen en A Coruña y su mediador cultural, Santiago Barrul, señaló que este colectivo se enfrenta a problemas como desigualdad, pobreza, “de todo un poquito”. Los gitanos se enfrentan a la desaparición de los oficios tradicionales, como el mercadillo de A Sardiñeira, que no son lo suficientemente rentables como para sobrevivir, de manera que cada vez es más importante la formación laboral.
La fundación ofrece, a través del programa Accede, la posibilidad de hacer prácticas en el tejido empresarial. “Vamos tirando”, señala Barrul. Sin embargo, eso no significa abandonar los oficios tradicionales que son “muy nuestros” aunque reconoce que “no vivimos de eso ahora. Sin formación, ni estudios, no hay nada”. Y aunque todavía se hace a “cuentagotas”, los miembros de la etnia gitana cada vez se forman más. “El mercadillo está sufriendo porque no hay los puertos que debiera. En otras comunidades, los puertos están cerrados, y con los vendavales, no colocamos”.
En cuanto al chabolismo, “sigue habiendo mucho trabajo, hay algunos poblados que todavía están por desaparecer”. Pero espera que el Ayuntamiento llegue a un acuerdo con el último poblador de A Pasaxe.
Barrul hizo estas declaraciones durante el acto de celebración del Día Internacional del Pueblo Gitano (en realidad, el 8 de abril), que tuvo lugar en el palacio municipal de María Pita, donde se expuso la bandera calé, azul y verde con una rueda de carro roja en el centro. La concejala de Participación Ciudadana e Igualdad, Yoya Neira, señaló en el acto que el lema de este año es ‘bronce y sueño’, en referencia a un verso de Federico García Lorca.
Neira señaló en su discurso que, en cuanto a integración, “todavía queda mucho por caminar, pero llevamos mucho tiempo caminando juntos”. Luego tomaron la palabra varios miembros de la etnia gitana, que leyeron por turnos un manifiesto.
Barrul recordó que el 8 de abril conmemora el primer Congreso Internacional Romaní-Gitano, celebrado en 1971 donde se instauró la bandera y el himno de este pueblo. “La rueda de carro roja simboliza el camino recorrido hacia la libertad, y el himno, el ‘Gelem, Gelem’ (Anduve, anduve, en romaní) recuerda el camino tan difícil de los gitanos víctimas del nazismo”, ilustró el mediador cultural.
Este año, para conmemorar la efeméride, se iluminó la fuente de Cuatro Caminos con el color de la bandera y se celebró un concierto en O Parrote. Después de Barrul, varias personas leyeron el manifiesto, en el que se reivindicó la cultura gitana, como el canto, la lengua, y la historia, “levantando la voz para señalar las situaciones de justicias y desigualdad que nos siguen afectando”. Al mismo tiempo, reivindicaron la influencia gitana en la cultura española.