Los vecinos de la Ciudad Vieja apuntan a un gran magosto tras cumplir su objetivo con las fiestas

Los vecinos de la Ciudad Vieja apuntan a un gran magosto tras cumplir su objetivo con las fiestas
El Rosario y el pulpo volvieron a ir de la mano | Javier Alborés

Hace poco más de medio año, cuando la nueva directiva llegó a la asociación vecinal de la Ciudad Vieja, parecía impensable no solamente recuperar el Rosario tradicional, sino también empapar a la ciudad de ese sentir del que tanto hablaban los veteranos de la zona. Por eso, el presidente Leonardo Méndez es un hombre satisfecho a la hora de realizar balance de cuatro días de festejos. “La sensación es buenísima, estamos muy contentos. El tiempo acompañó y recuperamos estas fiestas que tanto queríamos”, confiesa. “Se cumplió lo que esperábamos, como vecinos tuvimos reconocimiento por parte de la gente y los hosteleros. Estamos satisfechos y superamos las expectativas, porque llevábamos mucho tiempo sin un Rosario en condiciones”, añade. 


El viernes del Rosario la plaza de Azcárraga volvió a llenarse de puestos de alimentación para una sesión vermú con carácter familiar. Sin embargo, a la hora de buscar una pega y ponerse deberes de cara al futuro, la asociación vecinal apunta a una mayor oferta. “Nos faltaron unos puestos de alimentación que dijeron que acudirían y no pudieron, así como coordinar algún tema con atracciones infantiles y que la pulpeira trabajase más días como antaño”, lamenta Méndez. “No podíamos prever ese éxito de público y de ambiente”, prosigue. 


Otra celebración clásica, el magosto popular de la plaza de Azcárraga, se celebrará la segunda semana de noviembre, en fecha por confirmar. Un gran taller de calabazas para toda la familia será una de las atracciones. “Estábamos secuestrados de relaciones sociales”, explica el presidente de los vecinos. 

Los vecinos de la Ciudad Vieja apuntan a un gran magosto tras cumplir su objetivo con las fiestas

Te puede interesar