La esperada Feira das Marabillas dará comienzo mañana a las 12.00 horas con su gran inauguración. Los dos años de interrupción por la pandemia hacen que los comerciantes de la Ciudad Vieja tengan todas sus esperanzas puestas en esta nueva edición, la número XXVI. Su celebración, sin embargo, ha despertado malestar entre los vecinos, que desde hace meses solicitaron un recorte en su duración, una petición que finalmente se vio consumada al pasar de seis jornadas a cinco. La alcaldesa, Inés Rey, aseguró este lunes que esta disminución de un día no tiene nada que ver con este motivo, sino con una cuestión de agenda y presupuesto.
Los puestos ya están instalados en las calles del casco histórico desde este martes, 48 horas antes del inicio de la feria, algo que ha provocado la indignación de los residentes del barrio. En un comunicado, el presidente de la entidad vecinal, Leonardo Méndez, considera que el Gobierno local ha incumplido las peticiones que la asociación había efectuado. "Ya se ha visto incumplida antes del inicio de la feria la duración e instalación de los puestos", comenta Méndez, mientras que recuerda que el Ayuntamiento había prometido que se exigiría el montaje hoy, miércoles 20, y no antes. Fuentes de la Asociación de Comerciantes de la Ciudad Vieja (Aceca), manifiestan que no es viable instalar los puestos con 24 horas de antelación, que han contado con el permiso de los representantes municipales y que las instalaciones llevadas a cabo este martes se dieron en plazas donde no se molesta a ningún residente.
El portavoz vecinal también se queja de que la falta de información sobre el funcionamiento de los contenedores, circulación o Plan de Protección. "No sabemos cómo puede hacer la gente que está impedida y necesita que la ambulancia la recoja en la puerta de su casa, ni cuáles son las vías que podremos utilizar en caso de una emergencia". El plan de protección, cuya longitud se extiende hasta casi noventa páginas, está a la disposición de todos los residentes en el centro cívico de la Ciudad Vieja; los contenedores contarán con información sobre la recogida de basura y, además, los comerciantes manifiestan, como en otras ocasiones, que en 26 años siempre se ha atendido a peticiones de vecinos con movilidad reducida y que nunca ha habido ningún problema durante el desarrollo del evento.
El convenio entre Aceca y el Gobierno local para la realización de la feria, además, ya plantea todas estos escenarios: "A ocupación das rúas e das prazas levarase a cabo de acordo co Plan de Autoprotección, tendo en consideración a obriga de deixar paso libre para os vehículos dos veciños e tamén para os vehículos de reparto e asistencia ata as 11.45 horas, en horario de 14.00 a 17.00 horas e a partir das 23.00 ou 24.00 horas, a obriga de deixar unha distancia de tres metros en todas as rúas que garanta o paso de ambulancias, camións de bombeiros así como do servizo de limpeza, a obriga de gardar dous metros das entradas de garaxe que permitan o xiro dos vehículos, a obriga de respectar as entradas de garaxes e vivendas e de respectar a zona de aparcamento de residentes". Es más, la asociación de comerciantes está obligada a no impedir, bajo ningún concepto, "o paso dos vehículos de urxencia, nin ocultar os hidratantes existentes nos viales do circuíto".
"En resumen, todo parece indicar que la empresa a la que se le ha adjudicado la organización pretende volver a secuestrar la convivencia pacífica de los vecinos de la Ciudad Vieja con total impunidad y amparada por la inacción del Ayuntamiento", manifiesta el presidente de la asociación vecinal. Aceca, por su parte, ha atendido varias de las peticiones de los residentes, y por ello este año los puestos contarán con más distancia de separación, entre otras cuestiones. Pese a la tensión, la Feira das Marabillas se celebrará desde mañana hasta el lunes 25, con el objetivo de dinamizar la actividad comercial tan castigada por el covid.