La asociación vecinal de O Ventorrillo ha salido al rescate de decenas de familias del barrio que se encuentran con un serio problema de conciliación. Y es que la alta demanda y la falta de espacio para dar cobertura a la misma ha provocado que alrededor de 50 niños se hayan quedado sin plaza en el comedor escolar del CEIP María Barbeito. Desde la agrupación de residentes, una de las puertas a las que llamaron los progenitores, han decidido precisamente abrir de par en par el local social y ofrecerlo como una especie de extensión del centro.

En este caso la asociación vecinal ha funcionado como intermediario entre tres niveles de estamentos públicos: el que representa a los residentes a pie de calle, el Gobierno municipal y la Xunta de Galicia, responsable última de los centros. Así, tras escuchar la situación en la que quedaban algunas familias, la mayoría de ellas rostros conocidos, la asociación no tardó en dar un paso al frente. “Se ha reducido de tres a dos los turnos de comedor y había la posibilidad de que 50 niños se quedaran sin plaza así que, aunque sabíamos que el Ayuntamiento ni pincha ni cora, pusimos en contacto al concejal de Educación, Juan Ignacio Borrego, con diez padres”, afirma Aníbal Rodríguez, vicepresidente vecinal. “Mientras él se pone en contacto con la Xunta e intenta interceder proponemos la cesión de un aula de nuestro local social para que puedan venir hasta 30 niños”, añade.

Apenas unos metros separan las puertas del CEIP María Barbeito del local vecinal de O Ventorrillo, donde no sería la primera vez que el aula en cuestión funcionase como comedor para niños. Por ejemplo, la asociación Galicia Rollers ya organizó ahí las comidas de sus campamentos de verano. 

Ahora la pelota está en el tejado de la Asociación de Madres y Padres de Alumnos (AMPA), que debe comunicar a la Xunta de Galicia la disponibilidad de un nuevo espacio, así como del Gobierno autonómico, responsable de dar el ok a la propuesta. “La Xunta de Galicia puede venir a ver el local cuando quiera y queremos agradecer al Ayuntamiento la predisposición para ayudarnos con este problema”, finaliza Rodríguez, que espera que la solución se agilice lo antes posible por el bien de los más pequeños.