Verónica Rivadulla Parcero es la mujer que está al frente de la Fundación Meniños, una entidad comprometida con los Objetivos de Desarrollo Sostenible en lo referente al logro de la igualdad de género, el fin de la pobreza, la educación de calidad, la reducción de las desigualdades y la salud y bienestar.
El 12 de septiembre será la VI edición de Treze Luzes en favor de su Fundación. ¿Cómo comenzó?
Treze Luzes surgió en 2018 por iniciativa de la empresa Disashop, que forma parte del patronato de nuestra Fundación.
El objetivo era organizar un encuentro empresarial de relevancia a nivel gallego con carácter solidario que permitiese recaudar fondos y dar a conocer el trabajo de Meniños.
La primera edición se celebró un 13 de septiembre, contando con 13 reconocidos chefs gallegos, y de ahí nació el nombre del evento, que ha ido a más hasta ser la gran gala que es actualmente.
¿Qué supone para ustedes?
Este evento aporta a Meniños los recursos necesarios para lanzar programas innovadores y desarrollarlos de manera sostenida.
Para entender su impacto son suficientes los datos. Hemos atendido a más de 400 mamás en situación vulnerable con sus bebés y más de 120.000 niños han participado en alguno de nuestros proyectos educativos.
De sus áreas de intervención, ¿cuál diría que es, ahora, la que requiere mayor atención?
Uno de los proyectos prioritarios es el Programa de Atención Perinatal para Mujeres en Vulnerabilidad Social, que financiamos con recursos propios gracias a las aportaciones del Treze Luzes.
Trabajamos con premamás y mamás con bebés hasta los 18 meses ayudándoles a establecer vínculos de apego y buenas prácticas de crianza.
¿Cuál es el ámbito que más esfuerzo y refuerzo requiere en Galicia?
Desde la pandemia hay un problema añadido trasversal a nuestros programas, la salud mental. En Galicia, la situación de salud mental ha mostrado un incremento notable de la incidencia.
Esto agrava la situación en familias vulnerables y nos ha llevado a reforzar nuestro equipo con especialistas en intervención terapéutica para abordar las necesidades desde un enfoque integral con las familias y los niños.
Trabajan con víctimas de violencia de género, ¿qué cambiaría para mejorar la situación?
La fundación desarrolla desde 2014 el Programa de Atención Terapéutica para Niños víctimas de violencia de género en Galicia, a través de un convenio de colaboración con el área de Igualdade de la Xunta.
Nuestra experiencia nos dice que una de las claves para mejorar la situación es una mayor financiación y recursos asignados a la protección de las víctimas, especialmente en las áreas rurales, donde el acceso a recursos es más limitado.
En esta línea, hemos ampliado con la Dirección Xeral de Igualdade el alcance del proyecto a zonas rurales de las cuatro provincias.
La protección de estos niños es clave, ya que suelen desarrollar trastornos de estrés, ansiedad y otros problemas de salud mental que impactan en su desarrollo cognitivo y emocional.
Según los datos más recientes, en 2023, el nivel de pobreza infantil se situaba en España por encima de la media de pobreza. ¿Cómo abordar esta problemática?
Requiere de un enfoque integral que alivie la situación económica de las familias y ofrezca soluciones a largo plazo que permitan a los niños romper con el ciclo de la pobreza.
En este sentido, desarrollamos el proyecto de Espazos de Preservación Familiar, concertado con Política Social e Igualdade y en colaboración con la Asociación Arela, donde proporcionamos apoyo psicológico, social y educativo para familias en riesgo leve de desprotección, para fortalecer el sistema familiar y ayudar a los padres y madres a mejorar sus habilidades parentales y gestionar mejor los recursos familiares.