4º-11º
miércoles | 11 diciembre | 2024
Un día, el paisaje verde, rural, que se extiende entre el centro Ágora y la Tercer Ronda, se convertirá en el más reciente barrio de la ciudad, con miles de viviendas alzándose entre nuevas calles. Pero ese momento va a tardar, como apuntan desde la Asociación Provincial de Promotores Inmobiliarios (Aproinco). Los pronósticos más optimistas apuntan a que la urbanización no estará completada hasta dentro de tres años. La semana pasada se aprobó de forma inicial el proyecto de urbanización que tendrá que pasar por un período de exposición pública. Solo un paso más en un camino que ya dura veinte años.
El director gerente de Aproinco, Juan José Yañez, describió Visma como “un paso más en la tragedia que supone el desarrollo urbanístico de la ciudad”. Los promotores siempre se han quejado del complejo proceso legal que supone desarrollar un polígono urbanístico, lo que ralentiza las obras y, por supuesto, eleva los costes. “Lo que se aprobó ahora no pasa de ser más que un dibujo de la zona”, advirtió Yáñez.
Por supuesto es un avance, sin el que no sería posible pedir las licencias de construcción, algo que los promotores llevan mucho tiempo esperando, pero también hay que redactar los instrumentos de desarrollo, como el plan parcial, y también la gestión urbanística, que consiste en reunir las pequeñas parcelas en terrenos lo suficientemente grandes, algo que se llevó a cabo años atrás.
Una vez que finalice el período de exposición pública del proyecto de rehabilitación, se estudiarán las alegaciones y se procederá a la aprobación final. Luego hay que someterlo a licitación, lo que significa conceder tres meses para que las empresas presenten sus proyectos. Y de ahí a su realización, que puede durar entre 18 y 24 meses. Y eso suponiendo que no surja ningún problema. Yáñez recuerda que la edificabilidad del polígono se redujo en varios cientos de viviendas hasta llegar a casi cuatro mil, siendo un tercio de ellas de protección oficial, lo que entra dentro de la media en esta clase de desarrollos urbanísticos.
Una vez aprobado en firme el proyecto de urbanización, los promotores podrán pedir las licencias, pero Yáñez, adelanta que la ley permite la simultaneidad, por lo que se podrían comenzar los edificios incluso antes de que estuvieran listas las calles. Basta con que las dos empresas constructoras se pongan de acuerdo, y eso es relativamente fácil, como ha ocurrido en Xuxán, donde la urbanización y la construcción se han solapado.
Nombrar Xuxán, sin embargo, no es un buen augurio para los promotores. “Allí se dio la tormenta perfecta”, recuerda Yáñez. El antiguo Ofimático se convirtió en un campo de batalla legal en el que se vieron implicados revisionistas, que querían librarse de la carga que suponía para un particular convertirse en promotor en plena crisis inmobiliaria, el Ayuntamiento, Fomento y la Xunta, y que llegó a su máxima expresión cuando el proyecto de urbanización fue impugnado por los propios promotores, que consiguieron la nulidad y que se cambiara de contratista.
Pero nadie espera tales dificultades en Visma, que supone la mayor bolsa de suelo edificable del término municipal. Los constructores estarán ocupados en los próximos años, puesto que aún queda espacio en Xuxán y en Someso, al otro lado de la avenida de Alfonso Molina, lo que se conoce como Eje 1. A largo plazo, queda O Portiño o Penamoa, que por el momento ni siquiera tienen instrumentos de desarrollo.
