Hubo un tiempo, cada vez más lejano, en el que Xuxán se llamaba Parque Ofimático. El nombre hacía referencia a su propósito original: construir un polígono empresarial, donde se diera salida a las necesidades de oficinas de la ciudad. Pero, al calor de la burbuja urbanística, el proyecto cambió muy pronto de signo para convertirse en residencial. Ahora, la Xunta quiere convertir las dos últimas grandes superficies de uso terciario en residencial, concluyendo así la transformación de Parque Ofimático a Xuxán.  
La conselleira de Medio Ambiente, Territorio e Vivenda, Ángeles Vázquez, reveló hace unos días que la semana próxima se celebrará una reunión técnica con los responsables del Ayuntamiento. El propósito de esta cita es acordar un cambio en el plan parcial de Xuxán. “Cremos que hai unha evolución e que os espacios que había terciarios agora teñen que pasar a ser residenciais”. Según explicó Vázquez, el Gobierno autonómico quiere seguir construyendo más vivienda pública. “E creo que o Concello tamén está pola labor”, apostilló. 

La Xunta, a través del IGVS (Instituto Galego de Vivenda e Solo) ha realizado en los últimos años una promoción de 138 viviendas distribuidas en tres bloques en el nuevo barrio de A Coruña (40 ya están finalizadas y en proceso de adjudicación, 50 en redacción y 40 más ya licitadas). Con esto, el IGVS ya se ha desprendido de todo el suelo residencial del que disponía en Xuxán. 
Sin embargo, le quedan dos grandes parcelas ubicadas cerca de las vías férreas, a ambos lados de la gran plaza que debía ser el corazón del barrio, con forma triangular. Al ser de uso terciario, allí solo cabía construir equipamientos, como oficinas. Pero la Xunta lo considera innecesario.  En parte, porque hoy en día los edificios de oficinas no tienen tanta demanda al trabajar una gran cantidad de gente. Y segundo, porque internet también ha cambiado los hábitos de compra, así que cada vez existe menos demanda de tiendas físicas. Desde luego, no como para cubrir la totalidad de esas dos enormes parcelas, la Z-46 y la Z-44, cada una de 4.080 metros cuadrados de superficie y 28.363 de edificabilidad.

Si Xestur (la gestora de la Xunta) quisiera venderlas, probablemente no encontraría ninguna promotora dispuesta a adquirirlas. E incluso si lo consiguieran, no ganarían tanto dinero como si fuera de uso residencial, puesto que el metro cuadrado se vende en este caso entre un 40% y un 50% más caro. Además, la demanda de vivienda sigue en alza, sobre todo de promoción pública, en un contexto de subidas de alquiler generalizadas. 

Sin residentes 

Por otro lado, aunque la Xunta ya ha agotado toda su suelo residencial en Xuxán, todavía no se ha instalado nadie. A día de hoy, la calle de Xosé Lesta, donde se encuentran estos bloques, parece una vía muerta, sin vecinos. En marzo, la conselleira de Vivenda, Ángeles Vázquez, estimó que para Semana santa estarían ocupados. Cuestionada al respecto hace unos días, reconoció que “deberíamos telo feito hai tres meses aproximadamente”, reconoció, y explicó que esperan la licencia de primera ocupación. 

Actualmente basta con una declaración responsable para cumplir con este trámite. En teoría, bastaría con una firma de los técnicos para dar este último paso, pero Vázquez afirma que “no último momento, cando iban a transcurrir quince días, pedíronnos que cumplimentásemos documentación”.  

 
La conselleira asegura que lo han hecho así, y ahora apremia a la Concejalía de Urbanismo a que entregue la licencia. “Espero que sexan moi, moi áxiles, porque hai 40 familias que esperan poder entrar nas súas casas”. Conviene recordar que las relaciones entre la Xunta y el Ayuntamiento no son las más fluidas, al estar una de las administraciones gobernada por el PP y la otra por el PSOE, han protagonizado varios enfrentamientos, muchos de ellos en materia urbanística.

La última, sobre la petición de la alcaldesa, Inés Rey, de que A Coruña sea designada por al Xunta zona de mercado residencial tensionado. Esto permitiría congelar los precios del alquiler, por ejemplo. Pero muchos sectores consideran que la solución es más vivienda pública.