Los vecinos del Barrio de las Flores, al menos una buena parte de ellos, han decidido que tienen mucho que decir respecto al millón de euros con el que el Ayuntamiento regará de mejoras la zona. Y es que no se trata de la actuación en sí, sino de la manera en la que distribuye y las prioridades. Así, en la mañana del martes presentaron vía registro un total de 418 firmas como oposición al ascensor de la calle Azucenas y a las obras en el parque infantil de la misma vía, que consideran casi en desuso por parte de los ciudadanos.
La movilización corresponde a la Asociación Veciñal en Defensa do Barrio das Flores, una de las dos agrupaciones encargadas de velar por los intereses de los residentes. La otra es la Plataforma Vecinal Barrio de las Flores. El Plan Director de Rehabilitación Integrada divide de manera casi antagónica a las dos: mientras la asociación ha mostrado de manera constante su rechazo, la plataforma ha mantenido reuniones periódicas y constantes con el Ayuntamiento. Ahora, la oposición solicita también tener voz y voto. “Quiero pensar que al entregar estas firmas nos llamarán”, advierte la presidenta, Caluxa Barrientos. “Solicitamos que nos reciban o tomaremos otro tipo de decisiones”, añade.
Medidas
Lo de que la presidenta advierte se ajusta plenamente a la realidad, porque además de dirigir una asociación especialmente acostumbrada a la acción y a la movilización, existe un precedente claro de obras condicionadas por la determinación vecinal: el proyecto de las Casas de Franco. De no lograr audiencia por parte del Gobierno local, Barrientos cree que sus asociados harán todo lo posible para evitar el comienzo de las obras. “Como no hagan algo con nuestra propuesta nos pondremos delante de las máquinas y entonces, en vez de los 418 que firmamos, seremos seguro más de 800 vecinos en la calle protestando”, pronostica.
La fórmula se asemeja a la que acabó por modificar totalmente el proyecto de humanización de las Casas de Franco, a voluntad de unos vecinos que tomaron las calles, cortaron la ronda de Outeiro varias veces, llegaron a María Pita, paralizaron las obras, y, finalmente, alcanzaron un acuerdo con el Ayuntamiento. Sus deseos se vieron cumplidos y supuso todo un camino a seguir para otras entidades, como los afectados por el polígono de Agra dos Mallos.
Pero, ¿qué es en realidad lo que quieren los vecinos del Barrio de las Flores, o parte de ellos? En primer lugar, dejar claro que no se trata de una pataleta contra el ascensor ejn sí. “No es que no lo queramos, pero hay que priorizar la accesibilidad, que la gente con movilidad reducida pueda pasear por aceras maltrechas, que se puedan cruzar los pasos de cebra en silla de ruedas y otras cosas en las que emplear ese millón de euros”, dice la presidenta. Por su parte, fuentes municipales invitan a conocen más en profundidad el proyecto, ya que en este se incluyen plataformas adaptadas y otras mejoras. Además, indican que la Asociación sí fue invitada a debatir el Plan Director.